¡Mujeres!
Las mujeres constituyen la mitad de la humanidad, y en nuestro país ya son nueve millones de féminas, que intentan ejercer una ciudadanía plena, mediante políticas y estrategias de inclusión, y la aplicación de las garantías constitucionales.
El Ecuador ha avanzado en lo que a equidad de género se refiere, pero todavía subsisten problemas que deben resolverse, de manera especial los relacionados con la inclusión social, económica y política de las mujeres. Los avances en la legislación sobre esta materia han sido significativos en el mundo, pero, como se sabe, no bastan las normas.
La equidad de género es un constructo cultural, que está sumergido en el lenguaje y en los comportamientos individuales y sociales. Según la investigadora Dora Barrancos, las mujeres desean una ampliación del estatuto de ciudadanía, sin cortapisas en los derechos civiles, cívicos, sociales y económicos; igualdad en la vida cívica mediante la paridad en la postulación y elección; derecho a la soberanía del cuerpo, a decidir libremente en materia reproductiva, lo que implica despenalizar el aborto, y también derecho a buenos servicios de salud; reconocimiento a dos conquistas fundamentales: matrimonio igualitario y derecho a la identidad de género; derecho a una vida libre de toda clase de violencias; igualdad de oportunidades en el mercado laboral, y eliminación completa de las barreras sexistas que menguan las retribuciones de las mujeres que les impiden desempeñarse en puestos de mayor productividad y decisión.
El tema de la mujer en el Ecuador ha dejado de ser un tabú. El llamado patriarcalismo mantiene todavía un modelo injusto e inequitativo, con respecto a las ventajas y oportunidades del mundo de los hombres. ¡La deuda de la sociedad hacia las mujeres es todavía grande!
