🧠 Mito 1: “La salud mental solo afecta a algunas personas.”
Realidad: Todos tenemos salud mental, así como salud física. Cualquiera puede experimentar un trastorno mental en algún momento de su vida, sin importar edad, nivel educativo, situación económica o personalidad.
🧠 Mito 2: “Los trastornos mentales son signo de debilidad.”
Realidad: No tienen nada que ver con fuerza de voluntad o carácter. Son condiciones de salud reales, muchas veces con bases biológicas, genéticas o vinculadas a experiencias de vida.
🧠 Mito 3: “Las personas con problemas mentales son peligrosas.”
Realidad: La gran mayoría no lo son. De hecho, es más probable que sean víctimas de violencia antes que responsables de ella. Este mito aumenta el estigma y la exclusión.
🧠 Mito 4: “La depresión es solo tristeza.”
Realidad: La depresión es un trastorno complejo que afecta el cuerpo, los pensamientos, las emociones y el comportamiento. No se soluciona “echándole ganas” o “pensando en positivo”.
🧠 Mito 5: “Ir al psicólogo es para locos.”
Realidad: Ir a terapia es una forma de autocuidado y crecimiento personal. Muchas personas sin diagnóstico clínico acuden para mejorar su bienestar, tomar decisiones o aprender a gestionar emociones.
🧠 Mito 6: “Los niños no tienen problemas de salud mental.”
Realidad: Sí los tienen. Los trastornos pueden aparecer a cualquier edad, pero muchas veces se confunden con “mala conducta” o “cosas de la edad”, retrasando la atención.
🧠 Mito 7: “Si hablas de tus problemas emocionales, empeoras.”
Realidad: Expresarse y pedir apoyo suele ser el primer paso para mejorar. Callar el malestar lo intensifica y lo vuelve más difícil de manejar.
🧠 Mito 8: “Los medicamentos para la salud mental cambian tu personalidad.”
Realidad: Cuando están bien indicados y supervisados, ayudan a estabilizar el estado de ánimo, no a cambiar quién eres. El objetivo es que recuperes tu calidad de vida.