Varios estudios han mostrado que el uso de redes sociales puede afectar la autoestima de las personas. Esto se relaciona directamente con la percepción de la imagen corporal propia.

En las plataformas sociales se comparten fotografías y videos que pueden minar la seguridad de las personas causada por la comparación. El estudio de este impacto es la misión del Body & Media Lab de la Northwestern University en Estados Unidos, un centro dedicado a la investigación social. 

Renee Engeln, directora del centro y autora del libro 'Beauty Sick: Cómo la obsesión cultural con la apariencia lastima a niñas y mujeres', explica que en una de sus últimas investigaciones encontraron que Instagram y Facebook tienen impactos distintos en la percepción corporal de las mujeres. 

Descubrieron, por ejemplo, que siete minutos de Instagram eran más perjudiciales que siete minutos de Facebook. Quienes usaron más la primera red social pensaban más en su apariencia, se comparaban con otras personas, se sentían peor sobre cómo se veían y reportaron emociones más negativas. 

Según investigaciones globales, se estima que alrededor de 3 mil millones de personas en el mundo usan activamente las redes sociales. "Pero los distintos tipos de redes tienen resultados diferentes en el ámbito psicológico", escribió Engeln en un artículo en Psychology Today. 

Aquellas redes sociales, como Instagram, que se enfocan más en la apariencia y que se utilizan para publicar, editar y comentar en 'selfies' tienen un efecto más negativo en la imagen corporal de las mujeres que otros tipos de redes. 

Para llegar a esta conclusión, los investigadores asignaron una red social a 30 mujeres. Un grupo debía utilizar Facebook por siete minutos, otro grupo Instagram por la misma cantidad de tiempo y otro grupo utilizó una aplicación de juego que no tenía relación a las redes sociales. 

Las mujeres fueron encuestadas sobre sus sentimientos respecto a su imagen corporal, su humor y su estado emocional antes y después del experimento. También reportaron cómo utilizaron el tiempo en las plataformas. 

Quienes usaron Instagram pasaban más tiempo viendo imágenes de personas. Las personas que usaron Facebook reportaron pasar más tiempo viendo imágenes sin personas y escribiendo y leyendo contenido y comentarios. Estos patrones probaron que quienes estaban expuestos a más imágenes de personas pensaban más en su propia imagen corporal. 

La especialista recalca la importancia de reconocer que en estas redes sociales hay mucha edición de contenido. Además las personas no suelen publicar imágenes que son poco favorecedoras y esto también puede llevar a ideas poco reales de cómo se debe ver el cuerpo de una mujer. 
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