¿Cómo cuidar a los hijos en las redes sociales?

Prohibir su uso puede llevar a un manejo inadecuado y poco seguro, así como a más peligros en la Web
Los niños pueden encontrarse con varios peligros en las redes sociales. Foto: Pexels

Los niños pueden encontrarse con varios peligros en las redes sociales. Foto: Pexels

4 de junio de 2019 16:18

Redacción Familia (I)
Hoy en día las familias también se conectan en el mundo virtual. A través de redes sociales y aplicaciones de mensajería se comparten fotos, videos, datos personales e historias. Aunque los padres siempre buscan proteger a los niños, la era 2.0 obliga a tomar nuevas precauciones para evitar poner en riesgo la seguridad de los hijos y de toda la familia.

Lo primero: si bien resulta prácticamente imposible mantener a los hijos lejos de las redes sociales y de la Internet, es necesario que los padres tomen un papel de curadores respecto del contenido al que acceden los chicos. En este mundo virtual los pequeños están expuestos a múltiples peligros, como información no apta para su edad o a personas con malas intenciones, que pueden representar un grave riesgo para su seguridad.

José Rivera Costales
, especialista en marketing y comunicación digital, explica que la prohibición no debería ser una de las estrategias para cuidar a los chicos. Esto puede llevar a un uso inapropiado por falta de información, lo que podría aumentar los riesgos a los que se exponen los jóvenes en el mundo virtual.

El especialista cuenta que una de las claves es respetar los límites de edad que establecen las mismas plataformas como Facebook. En este caso, la red social determina que los menores de 13 años no pueden abrir cuentas.

“En estos espacios existe una filtración de contenidos sexualmente explícitos y violentos, pero no siempre es inmediato”, aclara Costales. Por esta razón existen los límites mínimos de edad.

Otra de las recomendaciones para padres es familiarizarse con los ajustes de privacidad. “Hay que limitar la audiencia de las cosas que comparten los hijos. Lo mejor es que nunca sean públicos, porque no sabemos a quién le va a llegar”, destaca.

Una fotografía o un video inocente pueden ser mal utilizados. Los datos que comparten los chicos pueden guiar a personas inescrupulosas a la ubicación de la escuela u hogar de los niños. Todos estos riesgos deben discutirse con honestidad y apertura dentro de la familia.

Esto va de la mano con establecer con los hijos quiénes deberían ser sus amigos en el mundo virtual: familia y amigos cercanos. Los adultos desconocidos, amigos de otros amigos o incluso personas conocidas pero con quienes no se tiene una relación cercana no deben ser parte de la lista.

Cuando los chicos, especialmente los más pequeños, ya utilizan celulares con aplicaciones móviles, hay que tener un balance entre su privacidad y su seguridad. Se puede llegar a acuerdos para que permitan que sus padres revisen los teléfonos con el compromiso de no irrespetar su espacio personal. Con los adolescentes funciona mejor el diálogo.

En el caso de las computadoras, los padres deben asegurarse de que están en un lugar central del hogar y que son visibles. De esta forma también se puede supervisar el contenido al que acceden, los videos que observan, las personas con quienes se comunican y las cosas que buscan en la Web.

Hoy en día, el ciberacoso es uno de los principales problemas que enfrentan niños y adolescentes en todo el mundo. Si los papás son capaces de controlar el contenido al que acceden los chicos, también podrán estar atentos ante posibles amenazas o ataques de los que sus hijos sean víctimas. Cuando esto ocurre es necesario buscar ayuda profesional para evitar que los daños psicológicos sean graves.

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