Los hombres también padecen de várices

En el aparecimiento de estas venas influyen factores genéticos, además del sobrepeso, el sedentarismo y el permanecer mucho tiempo de pie.
Las flexiones de talón-punta son ideales para una mejor circulación de la sangre y así evitar las várices. Foto: Pexels

Las flexiones de talón-punta son ideales para una mejor circulación de la sangre y así evitar las várices. Foto: Pexels

13 de enero de 2022 20:30
Carolina Vasco

Las tan conocidas varices son dilataciones de las venas, especialmente, de los miembros inferiores como piernas y pies. Aparecen por una alteración en la estructura de la vena o de sus válvulas, lo que dificulta el ascenso de la sangre desde los pies hacia el corazón, por lo que progresivamente se van ensanchando o dilatando.

Aunque son una preocupación constante en las mujeres, sobre todo por el tema estético, los hombres también pueden padecer de esta insuficiencia venosa. Es más común que en los varones las várices aparezcan a partir de los 40 años.

La principal causa por las que se presenta este problema es el factor genético. Es decir los individuos ya nacen con esa predisposición, afirma Óscar Ojeda, cirujano vascular. Tener padre o madre con várices aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad venosa.

Además, hay elementos que aceleran su desarrollo, como la obesidad, la poca actividad física y los tratamientos hormonales. Otro factor es la posición, es decir, hay ciertos trabajos que obligan a estar de pie por mucho tiempo.

Cuando se tienen várices, los síntomas pueden ser dolor en las extremidades y sensación de pesadez, sobre todo, en las pantorrillas y en los pies. Los hombres deben estar atentos si notan que las venas de sus piernas están grandes.

Este tipo de molestias suelen ser más comunes en la tarde, debido a la acumulación de líquido y dificultad de retorno venoso hacia el corazón durante varias horas. También pueden presentarse calambres, hormigueos y sensación de pinchazos en los tobillos y también en los pies.

Tratamientos
De acuerdo con Ojeda, el tratamiento dependerá del estado actual de la enfermedad venosa de cada sujeto; influirá, además, el tipo de várices, la ubicación, la edad del paciente y las enfermedades asociadas. Pueden tratarse mediante inyecciones de una solución esclerosante que elimina la vena con un proceso irritativo.

Esta alternativa es ideal para tratar pequeñas várices en las piernas y aliviar síntomas como el dolor, la quemazón, la hinchazón y los calambres. Otra opción es la cirugía, tanto de forma convencional mediante incisiones o de manera endovascular o mínimamente invasiva con láser o radiofrecuencia.

En ciertos casos, el tratamiento puede consistir solo en medias de compresión y medicación para los síntomas o flebotónicos que son medicamentos utilizados para incrementar el tono venoso. Si es que existe una carga genética, hay que evitar los factores que predisponen a los hombres a este padecimiento.

Es decir, mantener un peso adecuado, una dieta sana, hacer ejercicio de forma regular, evitar largos períodos sin movilidad de las piernas. Se deberían usar medias de compresión de forma profiláctica para ciertos trabajos o actividades.

A pesar de todo esto, cuando existe una fuerte influencia genética, las várices se van a desarrollar de cualquier forma, en este caso, es clave acudir rápidamente al especialista para controlar y evitar que la enfermedad progrese. La cirugía de várices es un tratamiento muy efectivo y seguro. Se realiza de forma ambulatoria, es decir, no requiere hospitalización.

Se pueden llevar a cabo cirugías en pacientes con síntomas graves, en venas grandes o como en casos avanzados cuando hay daño en la piel de las piernas. También se puede operar a pacientes sin síntomas, pero con venas de mal aspecto estético.
El objetivo de la cirugía es aliviar los síntomas por hipertensión venosa, evitar daño en la piel o úlceras y eliminar venas por tema estético.

Complicaciones
La inflamación de las venas después de un periodo prolongado sin tratamiento genera diferentes complicaciones. Alberto Pérez, cirujano vascular, en una publicación de la Sociedad Dominicana de Cirugía Vascular, señala que la persona puede padecer flebitis superficial, que significa la hinchazón de una vena varicosa.

Su apariencia es de una línea grande y dura con una zona inflamada, caliente roja y dolorosa. Otra de las complicaciones son las úlceras varicosas que comprenden una inflamación originada por rascar la zona afectada por las varices.

Estas requieren de un cuidado especial por parte del paciente, pues pueden infectarse rápidamente y resultan ser más difíciles de tratar. Otra de las posibles afecciones es que, tras la ruptura de las venas varicosas, se produce la hemorragia.

Igual que en el caso anterior, la picazón que generan las várices hace que el sujeto que las padece se rasque, y esto genere un traumatismo. Hay que tomar en cuenta que la apariencia de la hemorragia es de sangre oscura, ya que proviene de las venas.
También se convierte en una complicación la formación de coágulos dentro de las venas, ya que unido a la flebitis superficial origina trombos que inflaman las venas. Por ello, los hombres deben estar atentos a sus venas y acudir al especialista

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