El té verde es una bebida que en China se consume desde hace más de 3 000 años. Y en las últimas décadas ha experimentado un aumento de popularidad en la cultura occidental.

Gracias a numerosas investigaciones se conoce que su ingesta tiene un gran abanico de beneficios: desde su potencial antioxidante hasta los efectos que puede tener para favorecer el control del peso y el metabolismo de la grasa corporal.

De forma que esta planta y sus respectivos derivados llegan incluso a causar efectos en el cerebro y en el sistema nervioso central. En un estudio, llevado a cabo por un grupo de psiquiatras y gastroenterólogos suizos y alemanes, se establece que hay evidencias suficientes para determinar que el té verde es beneficioso para tratar
ciertos padecimientos de carácter psicológicos o psiquiátricos.

Según estos investigadores, consumir infusiones de esta planta influye en síntomas psicopatológicos, en la cognición y en la función cerebral. En este sentido, por ejemplo, ayuda a la reducción de la ansiedad, potencia la memoria y la atención.

No obstante, los investigadores aclaran que en ciertas circunstancias “los efectos del té verde no se pueden atribuir a un solo componente de la bebida”. Esto es evidente en lo que se refiere a los beneficios sobre la cognición. El impacto es mayor cuando se combina la l-teanina (presente en el té verde) con la cafeína. “La administración separada de cualquiera de las dos sustancias tiene un impacto menor”, detallan.

Diego de Castro, dietista nutricionista y ‘coach’ nutricional, explica en una publicación que beber una infusión de té verde aporta “un ligero efecto de activación, ya que también contiene ciertos niveles de teína (de la familia de la cafeína)”.

En este sentido, el consumo habitual de té verde produce o induce un estado de “alerta relajada”. Esto tiene que ver con la sinergia de sus componentes, según el dietista. Por lo que constituye una alternativa al café para sobrellevar una situación estresante.

Para que el aporte de propiedades sea mayor hay que evitar mezclar el té verde con productos como leche de vaca. Foto: Pexels

Contra el estrés
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A la vez que tiene componentes claves para combatir el estrés de forma eficaz. Algunas de estas sustancias, según Castro, son la l-teanina. Este “es un aminoácido que ha demostrado ser capaz de estimular la producción de ondas alfa del cerebro, estas ondas las generamos cuando estamos relajados o en estado de meditación”.

El especialista añade que hay estudios que sugieren que este componente, asimismo, es capaz de alterar los niveles de neurotransmisores en el cerebro, como son la serotonina y la dopamina. Estas son hormonas que tienen gran peso en el humor y estado de ánimo.

Otro estudio, publicado en ‘The American Journal of Clinical Nutricion’, a cargo de investigadores japoneses, se centra en otras sustancias beneficiosas de esta planta. Como son las catequinas, isoflavonas y polifenoles. Los tres son potentes antioxidantes, que entre otras ventajas, pueden reducir los niveles de la hormona del estrés y atenuar algunos de los daños provocados por esta condición.

José Luis Coba, médico y académico especializado en fitoterapia, herbolaria china y homeopatía, explica los efectos que tiene esta planta en el cerebro, estado de ánimo y en el sistema nervioso desde una perspectiva diferente. Más allá del enfoque de causa y efecto, que se refiere a los principios activos que de alguna manera apaciguan los neurotransmisores que producen excitación.

La bebida o infusión hecha a partir de las hojas del té verde, energéticamente hablando aclara Coba, proporciona frescura; no relacionada con el clima sino con la dualidad entre calor y frío, con “la relación dialéctica entre lo que es el temple frío y el caliente”.
La corporeidad, continúa el especialista, fluye entre estos estados de calor y frío.

Fluctuaciones relacionadas con los temas de ansiedad, nerviosismo y el estrés. En un estado de irritabilidad predomina el calor interno, mientras que en la tristeza se destaca el frío. Así, el consumo de té verde, que transmite energía fría (ying) tiene efectos tranquilizantes en momentos de alteración.

“El té verde es una planta magnífica, que ayuda a refrescar la totalidad de la corporeidad”, insiste Coba. Esto porque los efectos se observan en gran parte de los órganos y sistemas del cuerpo.