Procrastinar en exceso es autosabotearse

El mal uso de los dispositivos móviles puede ser nocivo. Se recomienda utilizarlos con un límite de tiempo. Foto: Freepik

El mal uso de los dispositivos móviles puede ser nocivo. Se recomienda utilizarlos con un límite de tiempo. Foto: Freepik

3 de abril de 2023 11:20
Sara Oñate

En algún momento de nuestras vidas, todos hemos procrastinado. Este término se refiere a “dejar para mañana o aplazar” actividades que ya estaban planificadas o que son importantes y, teniendo el tiempo y los recursos para hacerlas, simplemente decidimos postergarlas.

A raíz de la pandemia del covid-19, Laura, de 35 años, teletrabaja. Siempre se ha considerado una persona responsable, que cumple con sus obligaciones; sin embargo, reconoce que, desde que está bajo esa modalidad, destina tiempo a otras actividades como ver redes sociales en el teléfono o hacer cosas del hogar en lugar de trabajar.

Un día tomó el tiempo que ocupaba en ‘otras actividades’ y el resultado le preocupó. En total fueron más de dos horas a lo largo del día de trabajo. Consciente de esa situación, decidió tomar acciones y ahora, por ejemplo, ya no tiene a la mano el teléfono, así ya no lo mira con frecuencia.

La psicóloga Andrea Esmeraldas explica que de cierta manera todos en algún momento procrastinamos, pero, cuando se convierte en un hábito, es decir, en una acción repetitiva, frecuente y que comienza a afectar las esferas de la vida, se transforma en un problema.

Para la especialista, la procrastinación también implica una conducta inconsciente de autosabotaje, pues la persona no se compromete a terminar la tarea que comenzó y, por lo tanto, su sistema neuronal de recompensa se ve afectado.

“Si se hace un hábito, la procrastinación puede generar consecuencias negativas a mediano y largo plazo debido a que no solo se aplazan actividades, también se postergan decisiones que implican responsabilidades o nunca se las llegan a tomar”, sostiene Esmeraldas.

La psicóloga Elizabeth Villacís señala que entre los especialistas existe mucho debate sobre cuánto tiempo debe destinar una persona al ocio y descanso, así como a actividades productivas ya sea en el trabajo, en la familia o en situaciones personales, pero recalca que la procrastinación, cuando se vuelve un hábito, limita la funcionalidad de la persona tanto a nivel laboral como personal.

“No es que me tomo una pausa activa o un descanso, es algo que quiero hacer porque me distrae en ese momento y que no debería tener mi atención y dejo de lado lo prioritario ”, menciona Villacís.

Procrastinar se relaciona con las emociones

Las especialistas indican que la procrastinación no es en sí misma un defecto de carácter, más bien está relacionada en la manera de gestionar el tiempo y enfrentar emociones y estados de ánimo negativos generados por el aburrimiento, la ansiedad, frustración, la inseguridad, entre otros.

La ansiedad y la depresión, por ejemplo, se pueden caracterizar también por la falta de concentración y atención en las actividades por el bajo estado de ánimo que se experimenta, lo que no necesariamente se asocia a la procrastinación.

Esmeraldas explica que la procrastinación más bien se presenta como el síntoma de un trastorno, por lo que es importante identificar señales como dificultad para avanzar en actividades o cuando la voluntad para realizarlas se ve afectada, falta de concentración, de memoria, o descuido en el aseo personal.

En los más pequeños, esta conducta puede estar asociada a la hiperactividad, aunque se debe prestar atención a otras señales como incapacidad para escuchar a los maestros, padres u otras personas.

Formas de combatir la procrastinación

En los niños es vital manejar rutinas que involucren pausas activas para no sobreestimular su desarrollo, es decir, realizar pequeños descansos de 10 0 15 minutos cuando realizan actividades en la escuela o en el hogar.

En los adultos se recomienda dividir las tareas en pequeños pasos para completarlas e irlas priorizando. Hay que evitar los argumentos o distracciones que impidan tomar decisiones de empezar y culminar actividades.

También se aconseja hacer un listado de tareas pendientes que incluya horarios. De esa manera, en los espacios que quedan libres se puede optar por descansos que permitan dejar cierta actividad que resulte monótona.

Cuando procrastinar se convierte en algo crónico y altera la vida de la persona, se aconseja ir a un especialista en salud mental y con pautas psicoeducativas, este le guiará a utilizar el tiempo de manera más efectiva y productiva.

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