Enamorarse parece sencillo: sentimos cosquillitas en el estómago, suspiramos cada vez que pensamos en el otro, nos esforzamos por mostrar lo mejor de nosotros y nos imaginamos un futuro juntos.

El problema se produce cuando la relación avanza y el enamoramiento da paso al amor, que puede ser entendido y profesado de distintas maneras, según cada persona entienda este sentimiento. Esto muchas veces provoca problemas y malos entendidos, porque ambos esperarán cosas distintas de la relación y de lo que reciben de su pareja.

Una investigación realizada en la Universidad de California estableció una escala de los distintos tipos de amor que existen en las parejas. El primero es el romántico, que está basado en la pasión y en la atracción sexual, luego viene el de mejores amigos, que es comprometido y genera profundo cariño; después está el lógico, que es práctico y en el que se comparten valores, metas financieras, religión, etc.

En cuarto lugar está el amor juguetón, en el que los sentimientos nacen por coqueteo o la sensación de ser retado. Otro tipo de amor es el posesivo, en el que se sienten celos y obsesión por el otro. Finalmente está el amor altruista, que es amable y sacrificado.

Según Terry Hatkoff, socióloga de la Universidad de California y directora de la investigación, en las relaciones de pareja es común que aparezcan dos o tres tipos de amor. Incluso, a menudo, las dos personas pueden estar en la misma relación y tener versiones distintas de cómo definen el amor.

“Un hombre y una mujer están cenando. El mesero coquetea con la mujer pero el esposo ni lo nota, y habla sobre el cambio de aceite del auto. La esposa se enoja con su pareja porque no demuestra celos; mientras que el marido siente que el trabajo extra que hace no es apreciado. Los dos definen el amor de manera diferente. Para él, el amor es práctico y la mejor forma de demostrarlo es con gestos importantes, como el mantenimiento del carro. Para ella, el amor es posesivo y ver un poco de celos de su esposo la hace sentirse valorada”, explicó la especialista.

No existe un tipo de amor mejor que otro, pero es importante que existan características de algunos: pasión, atracción sexual, cariño, compromiso, en el que se comparten valores, etc. Pero no todas las parejas lo logran y privilegian una forma de amar por sobre otra.

A veces esto se produce por costumbre o porque uno termina cediendo para evitar conflictos. Arthur Aron, psicólogo director del Laboratorio de Relaciones Interpersonales de la Universidad Estatal de Nueva York, señala que lo mejor es encontrar la manera de volver a sentir los tipos de amor que permitan a la pareja crecer. El secreto está, según señaló, en hacer algo diferente y nuevo juntos.

Las experiencias nuevas activan el sistema de recompensas del cerebro, lo llenan de dopamina y norepinefina. Estas son dos sustancias que se producen durante las primeras etapas del amor romántico, cuando nos enamoramos.

Asimismo, se debe trabajar en la pasión de la pareja. La mayoría de relaciones sienten mucha atracción al principio y no pueden despegarse de su compañero. Pero conforme pasan los años, la pasión es reemplazada por el amor de compañía, que genera un tipo de intimidad distinta, pero casi no tiene pasión.  El amor requiere de trabajo de los dos, cualquiera que sea el estilo que tengan.