Zuley El-Wakel es una guaquileña de ascendencia turca de 36 años que sabe lo que vale. Es relacionadora pública y es buena en lo que hace. No teme decirlo y no es arrogante al hacerlo. Solo está consciente de su preparación y de la pasión que le pone a su trabajo y lo palpa en los resultados día a día.

Su profesión requiere contacto, conexiones, cercanía. En esas interacciones es importante la imagen que proyecta. Ella lo entiende y parte de esa apariencia son las prendas que usa.

Como es talla plus, le ha sido difícil encontrar en boutiques de Ecuador ropa que vaya bien con su personalidad extrovertida y con lo que hace: es una ejecutiva, asiste a eventos en el día y en la noche, tiene contacto con artistas, viaja y más.

“Aunque se mantenga la buena postura, la elegancia y la seriedad en el trabajo, igual una quiere lucir bien”, comenta. Cuando buscaba ropa de moda, la oferta textil ecuatoriana no cumplía sus expectativas. “Era ropa que me hacía sentir anticuada, no acorde a mi trabajo”, sostiene.

Las prendas que le gustaban venían en tallas para personas delgadas únicamente. “La moda que salía era solo para flaquitas”, afirma. Además las prendas que encontraba en las tiendas tradicionales no eran del tamaño que afirmaban las etiquetas.

La primera colección de Zuley tiene vestidos con escotes como este. Foto: Diego Pallero / Familia

El mercado nacional no se enfoca en el ‘tarjet’ de la talla plus porque le resulta más costoso, considera Zuely. La mano de obra es más cara y también entra más tela, por eso el precio es mayor y ese es el motivo que detiene a los diseñadores. “En las prendas plus se usa desde 2 metros y medio hasta 5 metros”, dice.

Todo eso, además de un mal rato con un vendedor que afirmó no tener ropa para su tamaño ni bien Zuley ingresó a la boutique que atendía le cansaron. Tras años en ese son, se propuso sacar al mercado sus propias prendas para que ni ella ni otras tallas plus tuvieran que pasar por lo mismo.

Esa idea llegó hace siete años y ya en 2021, justo para las fiestas de Guayaquil, salieron los primeros diseños. Para crear las piezas contó con la ayuda de Gabriela Quimiz Rojas. Ella es ingeniera en Negocios Internacionales, asesora de imagen y personal shopper. Con su apoyo, Zuley identificó mejor las telas, los colores, los estampados adecuados para la ropa que buscaba.

“Zuley vestía mucho de negro y con tonos oscuros”, señala Quimiz. La razón es que se dice que esos colores disimulan el peso de las personas y, como eso, es lo que usualmente busca la gente con volumen, rechazan lo que tenga otro color.

Pero Zuley conoce de moda y sabe que no todo es negro ni que en todas las ocasiones los tonos oscuros son un acierto, así que quería otra cosa, nada que opacara su luz, más bien colores que le hicieran brillar.

“La paleta de colores que escogimos para Zuley tiene pasteles (rosado, celeste, nude), lo cual da mucha vida, explica Quimiz. Por eso la marca de ropa Zuley El-Wakel diseñó vestidos, blazer, pantalones en tonos claros. “Todo el mundo piensa que esos colores nos hacen ver más gordas, pero eso no es así”, dice Quimiz y agrega que lo importante es saberlos combinar al igual que las prendas.

A Zuley, por ejemplo, le propuso ‘looks’ con blazers y zapatos altos para estilizar la figura. Así se creó cada prenda de la colección, para que las mujeres ‘curvy’ pudieran escoger ropa de moda, que les guste y que les hiciera verse bien sin preocuparse por la talla.

Están hechas para cuerpos reales, cuerpos de mujeres latinas, indica la mentora. Por ahora, Zuley comercializa la ropa a través de redes sociales. Está previsto que una nueva colección salga a finales de febrero. Sabe que el color del año es el very peri (un mix de azul con violeta) y lo piensa usar en las piezas.