Cuando se acerca el cambio de año, suelen circular teorías sobre el fin del mundo. Con la pandemia del covid-19, las ideas sobre el ‘juicio final’ se incrementaron, ya que algunas plantean que la humanidad será destruida por una enfermedad incurable producto de una peste.

Así que la aparición del virus SARS-CoV2 y de todo lo que se dijo sobre su origen han calzado a la perfección en esa creencia.

El tema apocalíptico es tan popular, que incluso tiene su propio género literario y cinematográfico. Libros o películas y también videos en redes como YouTube que se refieren al fin de la humanidad tienen como protagonistas a los extraterrestres, a catástrofes naturales o asteroides.

Hay cientos de ideas al respecto y muchas, de una u otra forma, están al alcance de los niños. Saber del tema puede asustarlos, por ello, igual que frente a otras situaciones, se hace necesaria la orientación de los adultos.

Conocer qué es lo que el pequeño ha oído es el primer paso, explica el psicólogo Wilmer Yánez. Aunque una característica de los niños es la curiosidad, no siempre se atreven a preguntar lo que les inquieta.

Por tanto, es importante que los padres tengan el tema en su horizonte para ofrecer una explicación de acuerdo con la edad de los niños. También es fundamental notar cómo lo cuenta, es decir, qué actitud tiene, eso permite leer su grado de preocupación. La respuesta que se le dé al menor debe evitar datos gráficos, especialmente de las circunstancias trágicas. Por eso es mejor hablarlo y no mostrarle imágenes.

Quien hable con el niño debe equiparse con información que puede encontrar fácilmente en la Web sobre todas las ocasiones anteriores en las que se dijo que el mundo iba a terminar y no pasó. Esas fechas pueden servir de argumentos. El mensaje que se les debe transmitir es de tranquilidad. Hay que recalcar que es normal que estos tipos de temas les preocupen. Una vez abierta la conversación hay que dejar que se exprese y se le debe permitir que haga preguntas si quiere. El tema del fin del mundo puede generar también discusión con los compañeros de estudios. En ese caso, hay que proponer que el tema se aborde en clases.

Saber si falta poco o mucho para el fin del mundo es incierto. La ciencia no lo ha determinado. Frente a los mensajes que circulan sobre el tema, lo mejor es investigar en la medida de lo posible.

Conocer quiénes están detrás de estas teorías permite entender el objetivo que persiguen con la circulación de estos mensajes y eso hay que informar a los niños. Si una de las razones para temer el fin de la humanidad es que la pandemia del covid no se acaba, es posible ofrecer la visión de una persona de ciencia como Bill Gates, fundador de Microsoft, por ejemplo. El billonario ha señalado que la fase más aguda del covid tendrá su término en algún mes de 2022. F