La incompatibilidad sexual es común en las parejas

La libido puede cambiar por factores hormonales, psicológicos, sociales o laborales
El apetito sexual varía de persona a persona. Foto: Pixabay

El apetito sexual varía de persona a persona. Foto: Pixabay

13 de agosto de 2019 16:50

La falta de tiempo, problemas de comunicación e incluso diferencias en el ritmo circadiano pueden ser factores que afectan la intimidad de las parejas. Este no es un tema poco común.

Según el Instituto de Sexología de Madrid, el funcionamiento del apetito sexual es similar a otros como el hambre y el sueño, que representan la parte más instintiva del ser humano. “Esto significa que la biología influye en el grado, intensidad y frecuencia con que tenemos dichos apetitos. No obstante, dicha tendencia es modificable mediante la práctica y el entrenamiento”, señala un estudio realizado por esa institución.

Es decir, en términos cuantitativos, no existe un número que determine los niveles normales de deseo sexual. Esto varía de persona a persona, de pareja a pareja, de la edad e incluso de las distintas etapas que atraviesan.

Generalmente cuando se inicia la relación la libido suele ser mayor. El sexo puede darse con mayor frecuencia que cuando la relación llega a una fase más estable y menos hormonal.

“El deseo sexual depende de unas áreas muy sensibles del cerebro que responden a los estímulos sexuales. De esta manera, muchos factores pueden alterar la capacidad de una persona para responder a estímulos sexuales. Por ello, habitualmente, las parejas entran en una dinámica de sus relaciones sexuales que, lejos de incrementar el interés, cada vez lo perjudican más”, agrega la investigación española.

El cansancio, estrés laboral, situaciones personales, la pérdida de un ser querido o la preocupación por las tareas del hogar pueden modificar la libido. En algunos casos la otra parte puede insistir más y provocar aun más rechazo, lo que causará un problema importante e incluso una ruptura.

En los consultorios de terapia, uno de los problemas frecuentes que se encuentran los especialistas es que una o ambas partes no se encuentra satisfecha con la parte sexual de la relación.

“A veces sienten que la otra persona ya no siente deseo por ellos o que ha disminuido”, dice la psicóloga clínica y terapeuta de parejas Sofía Padilla. “A veces lo que ocurre es que existe cierta incompatibilidad en la libido de ambas personas. Esto es súper común”, explica.

Si ambas personas están de acuerdo o comparten los tiempos, los gustos y los intereses en lo que se refiere a las relaciones íntimas, entonces no existe incompatibilidad. Pero generalmente esta no es la regla.

Unas personas prefieren tener intimidad en las mañanas y otras en las noches. Algunas se sienten satisfechas con tener relaciones sexuales una vez por semana o una vez al mes y otras prefieren que sea con mayor frecuencia. Todos estos aspectos son importantes.

Cuando una persona lleva algún tiempo sin deseo sexual puede empezar a evitar cualquier situación que pueda desencadenar en un encuentro sexual, incluso evitar muestras de cariño con besos o caricias. Frente a esto, la otra persona puede sentir rechazo.

Al ser un aspecto tan importante en la vida de pareja, puede convertirse en un verdadero problema cuando alguno siente que sus expectativas no se cumplen. Una de las posibles consecuencias es la pérdida de autoestima. Si una de las partes ya no se siente deseada puede empezar a ver imperfecciones en su cuerpo, en su actitud y eso causa inseguridad. Esta inseguridad disminuye el deseo.

En estos casos es importante buscar ayuda profesional, porque un tema tan sensible no siempre puede solucionarse dentro de la relación. A veces será necesario realizar una introspección con cada una de las partes para conocer las causas de la falta de deseo sexual.

Una de las recomendaciones de la especialista es evitar forzar las situaciones”. Hay que dar espacio a la espontaneidad”, sugiere Padilla. Por otro lado, también es importante realizar ejercicios de comunicación efectiva y asertiva.

Es necesario que ambas partes puedan hablar con naturalidad sobre sus intereses, sus gustos, lo que no disfrutan y las cosas que quisieran probar. Caso contrario será difícil que exista una buena conexión.

Además, se recomienda buscar salir de la rutina. Dedicarse tiempo como pareja en lo emocional también ayudará a mejorar la parte sexual de la relación. Salir de cita, preparar un viaje corto romántico o incluso sentarse a ver juntos una película solos será importante para que se puedan reconectarse.

Los sexólogos y ‘coaches’ ayudan a las personas con ejercicios y tareas para realizar en casa en solitario o en pareja. Lo importante es que sean personas capacitadas y certificadas que den confianza a ambos miembros de la unión.

Te puede interesar