Stephen King está de cumpleaños. El 21 de septiembre ajustó 75 años. 
Y la mejor forma que un escritor de su talla encontró para celebrar es con la publicación de una nueva obra. Fairy Tale es su más reciente 'hija'.

King, escritor de la famosa IT, El resplandor, La niebla y otras, nació en 1947 y su fama ha crecido con el paso de los años desde su primera obra Carrie en 1974.

Según Greg Howard, profesor de Ficción Contemporánea Estadounidense en la Universidad de Maine, su mérito inicia al asentar sus historias en miedos y emociones "reales". Además de mezclar géneros con brillantez y de llevar al lector a extremos que le hacen preguntarse qué pasaría si lo que relata sucediera de verdad.

Su bibliografía incluye novelas, historias cortas, guiones e incluso cómics. Con ‘Carrie’ abrió una vía que ha sido una constante en su trayectoria profesional, la de ver adaptada al cine muchos de sus trabajos.

La primera vez que una obra de su autoría fue llevada la gran pantalla fue en 1980 con ‘The shining’, ‘El resplandor’ traducido al español. 

Éxito literario y cinematográfico 

Hay que ver el éxito de esos clásicos del séptimo arte, según Howard, como una consecuencia directa de la calidad de King como escritor: "Sus libros son tan llamativos que a los directores les resulta fácil visualizarlos", añadió.

En palabras del investigador Thomas Gustafson, de la Universidad del Sur de California, King "es parte de una tradición de narrativa de terror en la literatura y cultura estadounidenses".

Dicha tradición "se remonta al miedo puritano de Nueva Inglaterra al mal, al diablo, a los monstruos impíos y a nuestra propia falta de bondad, compasión y amor, algo que puede proporcionarnos recompensa o castigo divino", explica.

El propio King se define como un autor instintivo, que una vez que sabe hacia dónde quiere ir, se deja llevar: "Los narradores no tenemos una idea muy clara de lo que hacemos. Cuando es bueno no suelen saber por qué y cuando es malo, tampoco", decía en su libro "On writing".

"Escribir no es cuestión de ganar dinero, hacerse famoso, ligar mucho ni hacer amistades. En último término, se trata de enriquecer las vidas de las personas que leen con lo que haces, y al mismo tiempo enriquecer la tuya", apunta el autor.

En 2019 afirmó que planea dejar de escribir cuando reciba una señal divina: "Dios me dirá cuándo retirarme. Dirá: Déjalo ya, cuelga las botas, tu ciclo ha llegado a su fin. Pero hasta entonces, seguiré. Este es el mejor trabajo del mundo, porque nadie puede obligarme a jubilarme a una edad", comentó.

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