Los niños aprenden de los padres sobre el amor
Los niños aprenden de los padres sobre el amor
Dicen que los niños son como esponjas que absorben todo lo que está a su alrededor: lo bueno, pero también lo malo. Esta afirmación incluso está respaldada por estudios científicos que han mostrado grandes diferencias entre las relaciones que forman los chicos que crecieron en ambientes positivos y negativos.
Una de las cosas que los niños suelen observar y aprender es el amor que existe entre mamá y papá. Varias investigaciones científicas sugieren que modelar un comportamiento para que los hijos lo repliquen es fundamental en el desarrollo infantil. Esto se aplica a todo, pero especialmente a la forma en la que se relacionan con otras personas. “No es un cliché que los niños aprenden con el ejemplo”, dice la psicóloga y terapeuta familiar Daniela Ortiz. Según la especialista, muchos padres se enfocan en tratar de enseñar cosas a sus pequeños con un lenguaje verbal y se olvidan de que ellos también tienen la capacidad de observar.
Al ver las interacciones entre los padres, los niños pueden aprender lecciones importantes sobre afecto, resolución de conflictos, intimidad y la importancia de compartir responsabilidades del hogar.
“Puedes decirles 100 veces que para resolver un problema hay que escuchar al otro y hay que expresar tus sentimientos de forma respetuosa, pero si al discutir con tu pareja muestras todo lo contrario, gritas, no escuchas y solo tratas de herir al otro, pues eso es lo que tus hijos aprenderán sobre este tema”, agrega la experta.
Una de las cosas más importantes que aprenden los niños de la relación de sus padres es la importancia de mostrar afecto. “Cuando tus padres no son cariñosos entre ellos no sabes que esa es una parte importante de una relación”, dice Ortiz. Como resultado los chicos crecen y se pueden sentir incómodos con la intimidad y el afecto en sus propias relaciones de pareja. Esto puede llevar a varios conflictos e incluso a separaciones.
Un estudio de la Universidad de Texas hizo una investigación en 2018 con el fin de encontrar si los pequeños podían repetir los patrones de sus padres en lo que se refiere a relaciones. Ellos encuestaron a 2 300 personas de 30 años sobre cómo eran sus relaciones actuales de pareja. Luego, esa información se cruzó con los datos obtenidos en una serie de entrevistas donde se buscó indagar sobre cómo ellos recordaban la relación de sus padres.
Uno de los resultados que obtuvieron fue que los niños que crecieron en hogares donde existía violencia tenían una tendencia a continuar ese ciclo. Por otro lado, quienes fueron testigos de una relación amorosa entre sus padres replicaban este tipo de conductas con sus propias parejas.
“Al demostrar las formas adecuadas de mostrar cariño, con respeto, con dulzura, también enseñamos a los hijos lo que está bien y lo que no”, dice el estudio. Esto también les enseña a los niños lo que es aceptable y lo que no dentro de una pareja, algo que puede ser muy necesario en su vida adulta para evitar las relaciones tóxicas y construir hogares sanos y felices.
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