jueves 22 de junio 2023

¡Deténgase!

Fausto Segovia Baus

La vorágine de la sociedad competitiva que vivimos nos ha colocado a todos –sin pensarlo- en una verdadera vitrina de bienes y servicios, en una rueda trituradora, que surca a velocidades increíbles y que nos marca, inclusive, el camino y la meta para llegar a donde no queremos.

Es tiempo de detenerse. Y pensar hacia adentro; es decir, en lo que somos antes que en lo que tenemos. En lo que nos hace vivir y renacer cada día; en aquello que nos da sentido o significado para existir. Y nutrirnos del silencio.

El ruido de las ciudades contamina, ¿verdad? Pero más contamina el egoísmo, la codicia, el afán desenfrenado por tener más que el vecino y aparecer lo que no somos y lo que no tenemos. Bajarnos de esa rueda trituradora que nos martiriza –compras, deudas, pagos y más deudas- nos hará bien.

Es importante recuperar lo simple de la vida y muy especialmente el diálogo, y bajar el volumen de los aparatos, bajar el volumen de los compromisos, y rescatarnos nosotros mismos: recuperarnos y reconstruirnos.

Algunas pistas: Detenerse para revisar la vida; para pensar en aquello que amamos; para sentir el silencio y la voz interior; para escuchar los sonidos de la naturaleza; para observar el juego de los niños; para mirar la sonrisa de la gente; para contemplar el cielo y las estrellas; para recordar los buenos momentos; para sentir los latidos de nuestro corazón; para ubicarnos en el centro del universo; para enterrar el pasado y construir paso a paso el futuro; para sabernos amados y amar.

Escuchar al corazón no es una utopía. Ya no remar contracorriente. Y peor culpar a otros de nuestros problemas. Recuperemos el oro de la vida, su valor humano, la necesidad de ternura y perdón. ¡Y detenerse, a tiempo!