lunes 18 de abril 2022

Sapos y culebras

Edna Iturralde

Muchas tradiciones vienen de los cuentos de hadas. De allí que, en algunas ilustraciones de dibujos animados como comics, cartones o revistas, cuando un personaje dice malas cosas, se reemplazan sus palabrotas con dibujos de sapos y culebras.

La razón viene de un cuento titulado “Las hadas”, escrito por Charles Perrault, el autor de Caperucita Roja. Se trata de la historia dos hermanas muy diferentes en su personalidad.

Una, de buen corazón, le da de beber a una vieja campesina que se encontraba cerca de un pozo (quien en realidad es un hada disfrazada) y como premio recibe el don de lanzar rosas, perlas y piedras preciosas cuando habla.

La otra hermana va también al pozo, pero, en esta ocasión, el hada aparece vestida como princesa. La muchacha se niega a darle de beber y recibe el castigo de lanzar sapos y serpientes cada vez que abre la boca.

Si esto se hiciera realidad, creo que podríamos asegurar, sin llegar a equivocarnos, que la cantidad de víboras y sapos que tendríamos deslizándose y saltando por las calles, y en especial por los lugares donde anidan los políticos, se contarían por miles.