lunes 04 de julio 2022

Pienso, luego leo

Edna Iturralde

Siento el compromiso de defender la lectura en un momento en el que tantos niños, niñas, adolecentes y adultos viven sometidos a la tecnología que impide a menudo la concentración y la reflexión. Les aleja de la vida real.

Leer con atención, entendiendo la lectura, va resultando una suerte de proeza en este tiempo dominado por distracción continua. Por lo tanto, los textos ligeros y absurdos son muchas veces considerados literatura infantil y juvenil y predominan sobre los textos complejos y argumentativos.

Han descubierto que nuestro cerebro, y en consecuencia nuestra manera de pensar y sentir está vinculado, entre otras cosas, a lo que leemos. Por estas consideraciones, el concepto de “animación a la lectura” es tan importante.

Un terrible enemigo de la lectura es la Internet. Allí los textos aparecen muchas veces sin criterio alguno. Es muy importante que durante las clases en las aulas los alumnos aprendan a procesar y enjuiciar la información, a analizar y a contrastar las fuentes y las referencias, a valorar el método científico, a determinar la fiabilidad de los datos y a sacar conclusiones.