Los vuelos en parapente se disfrutan en familia

Desde los 10 años, las personas pueden realizar recorridos por el cielo de Quito acompañados de un instructor aéreo
Las personas deben acudir con ropa cómoda, zapatos deportivos o escalda, gafas de sol y  usar protección solar. Foto: Cortesía Parapente Quito Ecuador

Las personas deben acudir con ropa cómoda, zapatos deportivos o escalda, gafas de sol y usar protección solar. Foto: Cortesía Parapente Quito Ecuador

16 de mayo de 2022 08:00
Darla Arevalo

Las vacaciones escolares en la Sierra se aproximan y los padres que pueden aprovechar esa época de pausa con sus hijos empiezan a ver qué actividades hacer. Mejor aún si estas quedan cerca, para evitar distancias que roban tiempo y energía.

Sin salir de Quito, el parapente es una opción de deporte extremo que se puede compartir en familia. Esta alternativa toma cada vez más fuerza como una forma para conocer la urbe desde las alturas. La aventura puede dejar, además, fotos y videos increíbles que están tan de moda en estos tiempos para que los más jóvenes compartan en sus redes sociales.

El planeador hecho de tela y fortalecido con correas se eleva a más de 2 000 metros sobre la ciudad y permite ver el Cerro El Auqui, el Valle de Cumbayá y más paisajes de la capital.

Rosaura Muñoz, de 47 años, se animó por la travesía en abril del 2022. Aprovechó antes de que la cantidad de personas que seguramente llegarán cuando finalice el año lectivo alarguen la espera por un turno. Muñoz quiso vivir la experiencia con sus dos hijos. Así que Guillermo Rodríguez, de 22 años, y Javier, de 18, se unieron al vuelo por la ciudad. Un fin de semana las 07:00 acudieron al Cerro El Auqui ubicado en el sector de Monjas (sur de Quito).

Previamente, reservaron los turnos para el fin de semana. Los especialistas les recomendaron ir con vestimenta cómoda, llegar puntuales y disfrutar el proceso. Al llegar, los nervios me invadieron, comenta Muñoz; sin embargo, ya estaba decidida y lo hizo.


Listos para volar

Con los equipos listos y las indicaciones entendidas, “a correr” fue la señal que les dieron los instructores. Los jóvenes apresuraron su carrera y se elevaron, atrás de ellos fue Rosaura. De forma simultánea, pero con sus respectivos planeadores y pilotos, los tres volaron sobre la ciudad.

Los viajes duran de 10 a 15 minutos. El tiempo de vuelo depende de la resistencia del cuerpo, es decir, al estar a una gran altura las personas pueden sentir mareos, náuseas, dolor de estómago y cabeza si se supera el límite permitido.

Roberto Navarro, instructor de una escuela de parapente, comenta que los expertos en el deporte pueden durar de una a tres horas en el aire.

El viaje de la familia Rodríguez Muñoz terminó y al aterrizar en Cumbayá registraron el momento en fotos. A Guillermo le gustaría volver a hacerlo.

La edad

En Quito hay 10 escuelas certificadas que se dedican a realizar estos recorridos. En la ciudad los vuelos tándem son los más usados. Estos tienen un parapente apto para dos pasajeros, es decir, el piloto y el turista.

Para acceder a este vuelo el peso de las personas debe ir desde los 35 hasta los 100 kg para una mayor estabilidad en el aire. Los niños pueden volar desde los 10 años y no existe un límite de edad. Bryan Carrera, instructor de parapente, destaca que personas que bordean los 80 años también se han lanzado a la experiencia.

José Yépez, dueño de una escuela de vuelo, recomienda a las personas usar ropa cómoda. Además, los participantes pueden usar gafas de sol para la radiación. Los vuelos se hacen todos los días a partir de las 08:00. El horario puede variar según el clima de la ciudad.

Es necesario hacer reservaciones para el vuelo. 

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