A casi cinco meses del inicio de la cuarentena en Ecuador y aún con algunas restricciones, la vida no ha retornado a lo habitual. De hecho, las autoridades han sido claras en asegurar que de ahora en adelante se vivirá una 'nueva normalidad'. De todas formas, la movilidad es más sencilla y hay más lugares abiertos. Pero aún así hay quienes prefieren seguir confinados.

El síndrome de la cabaña es un término asociado a los períodos de aislamiento, aunque generalmente en condiciones diferentes a las que vive el mundo hoy en día. Esta condición, también denominada 'fiebre de la cabaña' es popular en países del hemisferio norte. La razón es que en invierno puede ocurrir que los ciudadanos deben permanecer encerrados en casa por tormentas de nieve.

Hoy en día el término ha vuelto a ganar atención por la pandemia del covid-19 que tuvo a millones de personas confinadas en todo el mundo. Este síndrome, según la revista especializada en salud Healthline, no es una patología en sí. Sin embargo se lo denomina de esta forma porque suelen presentarse algunos síntomas como miedo a volver a socializar e interacuar y resistencia a salir de casa.

Otros síntomas incluyen letargo, tristeza, depresión, problemas para concentrarse, falta de paciencia, antojos de cierto tipo de alimentos, disminución en la moticación, dificultad para levantarse temprano, sensación de impotencia, cansancio, aumento del sueño, sentimientos de angustia y soledad.

Luchar contra el síndrome de la cabaña puede ser difícil para las personas que experimentan cuadros de ansiedad. Por ello se recomienda consultar con especialistas para recibir terapia y encontrar las mejores herramientas para superar estos períodos.

Una alternativa para sobrepasar esta sensación de temor es dar el paso y salir de casa. Evidentemente las personas deben mantener las precauciones para no contagiarse, pero una buena opción es visitar lugares poco concurridos, áreas abiertas como parques o reservas que ayuden a brindar calma. Si no puede salir también puede acercarse a balcones, terrazas y jardines.

Mantener una alimentación sana es fundamental. Al estar tanto tiempo en casa puede ser fácil comer demasiada comida chatarra pero también puede ser fácil dejar de comer. Cuidar lo que se ingiere ayuda a mantener la energía y a darle al cuerpo y al cerebro los nutrientes necesarios para funcionar.

El ejercicio no se puede descuidar así como las tareas diarias. Una recomendación es establecer metas para el día pues ellas ayudan a generar un sentimiento de satisfacción. Ejercitar el cerebro también es importante. Se pueden utilizar juegos como crucigramas, sopas de letras, sodoku y otros juegos.