La micropigmentación engloba básicamente cuatro técnicas que se realizan con las manos sobre las cejas de las personas. Son técnicas superficiales de maquillaje que se efectúan a nivel de la epidermis de la piel.

A diferencia de los tatuajes, la micropigmentación no ocasiona heridas porque los cortes que se hacen no son profundos. La piel de las personas que se someten a algún tipo de pigmentación no sangra y por ende no corre el riesgo de contraer enfermedades infectocontagiosas ni inflamaciones ni incapacidades.

Para estas técnicas, se trabaja con pinzas en escala milimétrica que son una serie de agujas que entran a la piel de manera diagonal y depositan el pigmento. Esto hace que no se genere ningún tipo de cicatriz.

Después de haber diseñado a mano y con la ayuda de un software, se realiza alguna de las técnicas a nivel de epidermis y sin máquinas

La técnica más conocida es el ‘microblading’ o también llamada pigmentación pelo a pelo. Esta se puede realizar siguiendo en una, dos, tres o hasta seis direcciones el vello de la ceja de cada persona, lo que hace que se vea muy natural. La durabilidad de esta técnica varía de seis meses a un año.

​Fernando Panesso, dueño de Cejas Perfectas Eyebrow, afirma que cualquier tipo de micropigmentación es un acto de responsabilidad. “Uno debe tener la preparación y capacitaciones suficientes desde el momento de diseñar. No se puede realizar ningún tipo de crimen en los rostros de las personas por falta de conocimientos”, asegura.

A pesar de que las técnicas de la micropigmentación no son quirúrgicas, se recomienda que se la realicen hombres y mujeres mayores de edad. Durante ocho días se aconseja no exponer las cejas mientras se da el proceso de cicatrización.