El virus del papiloma humano (VPH) es el responsable del cáncer de cérvix o de cuello de útero. Esta es una enfermedad que se puede prevenir y que se puede curar si es que se tiene un diagnóstico temprano.

Según estadísticas del Ministerio de Salud, se estima que el cáncer de cuello de útero hasta el 2023 tendrá una incidencia de alrededor de 492800 personas cada año. Esto implica que existirán muchos casos que podrían ser prevenidos, pero no se han tomado en cuenta las medidas para hacerlo de forma eficaz.

Según Carol Moreno, oncóloga clínica, una de las formas de prevenir es la vacunación, que se puede aplicar a niños y niñas desde los 9 años. Las vacunas están hechas para combatir algunas cepas del virus, principalmente las cuatro que están relacionadas al cáncer.

Es indispensable que la vacuna se aplique antes de que las chicas inicien su vida sexual, porque de esta manera se garantizará que no contraerán la enfermedad. Este virus se transmite durante las relaciones sexuales y son los hombres los que lo transmiten. Pero hay que aclarar, explicó la experta, que no todas las cepas del VPH provocan cáncer.

Otra de las maneras más efectivas de prevenir el cáncer de cérvix es mediante el control ginecológico anual, en donde se realizará el papanicolaou para analizar las células del cuello del útero.

Si se encuentra el virus en el organismo a tiempo, el tratamiento tiene un alto índice de efectividad, pero el problema, aclaró Moreno, es que muchas mujeres llegan al ginecólogo cuando tienen síntomas como sangrados. Esto es un indicativo de que el cáncer está una etapa avanzada y el pronóstico no será muy esperanzador.

Por ello, el Ministerio de Salud ha catalogado a este tipo de cáncer como uno relacionado a la pobreza. Porque los casos se reportan mucho en mujeres que nunca han ido al ginecólogo porque desconocen del tema o por vergüenza.

Existen algunos factores de riesgo en esta enfermedad, entre los que están el tener muchas parejas sexuales, el tener relaciones sexuales a temprana edad, el sufrir de otras infecciones de transmisión sexual como la clamidia o la gonorrea; tener un sistema inmunitario débil, porque el virus atacará de una forma más activa.

Finalmente, otro de los factores de riesgo que inciden en el cáncer es el tabaquismo, porque está asociado con la creación de células escamosas.
El cáncer de cuello de útero tiene una alta sobrevivencia, pero se requiere de una cultura de tratamiento y cuidados.