Saltar y mantener un control del cuerpo es parte de la práctica del parkour. Esta actividad consiste en superar obstáculos en un recorrido que combina la escalada, carrera y brincos.

Se creía que este deporte es solo para adolescentes y jóvenes por las acrobacias y la complejidad en los movimientos, sin embargo, los niños ahora son los protagonistas de este desplazamiento. Perder el miedo y fomentar la seguridad de cuerpo son algunos de los beneficios que proporciona esta práctica deportiva.

Simón Jiménez, de 12 años, le gusta saltar y disfrutar del aire libre. Recuerda que el parkour le ayudó a perder el miedo a las alturas y a caerse. Para él, ya no existen límites. Simón inició -como todos los estudiantes de la actividad- en un gimnasio equipado con obstáculos, colchonetas y la guía del entrenador.

Ahora se ejercita libremente en parques y paredes con la compañía de sus padres. Santiago Jiménez y Kateryna Romero acompañan a su hijo a realizar saltos y aprovechan para practicar parkour al aire libre. “Volver a saltar es recordar”, dice el padre. Los dos concuerdan que la actividad ayuda a los niños a explorar su cuerpo y manejar sus extremidades sin tener nervios o miedo de golpearse o caerse.

Para David Vaca, instructor de parkour, esta práctica les da seguridad a los más pequeños. Al iniciar con los saltos los niños van conociendo su cuerpo y las capacidades para desplazarse, además, los vuelve responsables para medir el peligro y evitar fracturas y lesiones.

El parkour ayuda a crecer. A partir de los 5 años los niños ya son aptos para practicar la actividad. Con los entrenamientos necesarios fortalecerán sus piernas, brazos y ejercitarán la mente al momento de coordinar y concentrarse en un salto.

Primeros Pasos
Antes de iniciar con los saltos los pequeños realizan un estiramiento del cuerpo por algunos minutos para evitar lesiones. Esto es muy importante en la práctica del deporte.

El entrenamiento empieza con el planteamiento de un problema por parte de los instructores. Algunos de ellos consisten en: llegar de un punto principal a un secundario sin tocar el piso, solo desplazarse por las paredes, colgarse de brazos y más.

Los estudiantes comienza a innovar y a despertar su creatividad para buscar una solución con los elementos que tienen a su alrededor (conos, colchonetas, barandas…). La instrucción del maestro siempre será medir el peligro según las capacidades físicas.

Los movimientos son diferentes para cada cuerpo. Al tener una mayor flexibilidad podrán realizar desplazamientos más rápidos, mientras que algunos pueden ser más técnicos y seguir un orden establecido.

Parkour en familia
​
La seguridad de los niños en el ejercicio se gana con la compañía de los padres.
Algunas escuelas dan apertura a los papitos para practicar en conjunto la actividad, superar el miedo a obstáculos, alturas y golpes para convertirlos en momentos familiares.