Cómo fomentar e incrementar la actividad física en el colegio

Imagen referencial. Los niños y niñas necesitan suficientes espacios de recreación en los colegios para mejorar su rendimiento físico. Espacios reducidos no permiten desarrollar las capacidades físicas a un nivel óptimo. Pixabay

Imagen referencial. Los niños y niñas necesitan suficientes espacios de recreación en los colegios para mejorar su rendimiento físico. Espacios reducidos no permiten desarrollar las capacidades físicas a un nivel óptimo. Pixabay

10 de septiembre de 2021 14:41
Andrea Rodriguez

Los expertos aseguran que, además de la importancia de ampliar el número de horas dedicadas a la actividad física en los centros educativos, hay que implantar más recreos activos. Esta iniciativa requiere de un rediseño del patio, pero también de la monitorización de profesores o de un equipo encargado de mantenerles activos y evitar el aislamiento que se produce entre muchos alumnos que no encuentran alternativas para el juego o la actividad física.

Muchos de los conflictos entre los alumnos nacen en el recreo y gran culpa de ello la tiene el hecho de que tradicionalmente en estos espacios no han existido actividades y posibilidades de ocio para todos ellos.

En el patio se corre de un lado para otro y se grita mucho, pero pocos menores son capaces de agruparse y jugar. Por otro lado, el fútbol en la gran mayoría de los centros escolares es el rey del recreo y, literalmente, sus pelotazos se adueñan de él, dejando poco espacio para aquellos a los que no les gusta su práctica.

Hace ya tiempo que los docentes se percataron de que el patio tradicional era urbanísticamente agresivo y decidieron sustituirlo por otro más amable desde el que reeducar a los alumnos en el juego y en el que tanto niños como niñas estuvieran incluidos.

Los valores que se transmiten en el aula, de empatía, respeto, tolerancia y diversidad, había que trasladarlos también al recreo. Esa es la idea del patio inclusivo, un proyecto que debe materializarse en muchos centros y que, según sus responsables, funciona.

Frente al sedentarismo, el colegio desempeña un papel fundamental en la adquisición de las competencias necesarias para la práctica de la actividad física entre los más jóvenes.

Sobre todo teniendo en cuenta que en Ecuador hay un grave problema latente: un 80 % de los menores tan solo realiza ejercicio durante el horario escolar. Y es que los niños cada vez se mueven menos, con todo lo que eso supone.

El tiempo que se dedica a las clases de Educación Física en los centros escolares, los profesores que imparten esta asignatura y la implicación de todos en hacer un patio inclusivo y más activo resultan claves.

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