El ‘glass hair’ o cabello con apariencia de cristal es una tendencia promovida por celebridades, como la siempre influyente Kim Kardashian, y por estilistas de famosas, como Justine Marjan. Las principales características de este estilo son el liso perfecto y el cabello corto.
A mediados de agosto, peluqueros, expertos en belleza y usuarios de redes sociales han comentado sobre este estilo y han afirmado que las ondas al agua, de estilo bohemio, despreocupado y romántico, ya están en desuso. El cabello sin frizz, sin volumen, peinado con aceites y fijadores para dar brillo y eliminar las hebras rebeldes está de regreso.
Gabby Andrade, estilista de Rara Peluquería (Guangüiltagua y Arosemena Tola), dice que este corte se lo realiza en masa y con máquina. Para eso, hay que lavar el pelo, secarlo, alisarlo y cortarlo con máquina. La estilista, en su demostración, pulió con tijeras y después retiró volumen de las puntas para darle al cabello una caída con movimiento.
El corte que se está usando es un ‘bob midi’, es decir, una melena mediana. Sin embargo, esto puede variar de acuerdo al tipo de rostro, largo de cuello y gusto de la cliente.
Este corte, con la división en la mitad, es más sentador en las mujeres con el rostro ovalado, pero el estilista puede adaptarlo a otras morfologías. Por ejemplo, para los rostros redondos, el corte angular puede ayudar a disimular las mejillas y en el caso de las personas con mandíbulas cuadradas y fuertes, la melena mediana suaviza los rasgos.
El estilista argentino Miguel Ángel Cavallero, de Cava Studios (Av. Coruña y Ernesto Noboa Caamaño), explicó que el objetivo de este corte es volver a la audacia de llevar el cabello corto, que desde la década de los 20 ha sido adaptado y reinterpretado.
En esos años, las mujeres se atrevieron por primera vez a recortar sus largas cabelleras, como un símbolo de independencia y como un guiño a lo andrógino. El estilo, llamado ‘bob’, era a la altura de la mandíbula o más corto, y tenía una caída muy voluminosa. La propuesta actual es más larga y con una caída que agudiza el efecto del alisado perfecto.
Con esta moda también se refuerzan las ofertas de los alisados semipermanentes, como la keratina. Ahora se promueve el uso de los productos orgánicos, pues así no se afecta la salud de los peluqueros, de la cliente ni se contamina el agua con químicos. Otra alternativa, dice Cavallero, es el uso de planchas ‘low heat’ (calor bajo), que cuida el cabello con coloración, neutraliza el frizz y eleva el brillo.
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