Escribir alivia la ansiedad

Escribir se convierte en un desahogo para las personas con problemas emocionales. Complementa otras terapias.
Eva Franco incursionó en el ‘journaling’ por un acontecimiento que marcó  su vida. Foto: Xavier Caivinagua

Eva Franco incursionó en el ‘journaling’ por un acontecimiento que marcó su vida. Foto: Xavier Caivinagua

6 de enero de 2022 12:17
Darla Arevalo

“A inicios del 2020 me encontraba en un proceso de depresión y ansiedad por la pérdida de mi hijo. La muerte de mi pequeño cambió mi vida. La soledad y la tristeza inundaron cada momento. Mi refugio fue la escritura y el relato de lo que sentía”, indicó Eva Franco, ‘coach’ motivacional.

Registrar lo que sentía le permitió aceptar lo que le había pasado y avanzar a pesar del dolor. Escribir lo que sentimos es una técnica de sanación emocional que se conoce como ‘journaling’ y proviene de la palabra inglesa ‘journal’, que se puede traducir como “diario”.

Consiste en llevar un cuaderno físico o digital en el que día a día se plasman pensamientos, deseos, miedos y esperanzas. Es un sistema de autoconocimiento. Franco incursionó en un tipo de ‘journaling’ conocido como de gratitud a raíz de la crisis que vivió. Lo hizo primero durante un mes.

Escribió sobre lo que sentía por los aspectos de su vida que logró conservar, por ejemplo, su salud. La práctica de ‘journaling’ ayuda a disminuir los niveles de estrés, tensión y ansiedad; sin embargo, no cumple el rol de una terapia psicológica, más bien la complementa.

El encuentro con el yo es uno de los puntos clave de este sistema. Exteriorizar en palabras escritas emociones y momentos fortalece la salud mental. El ‘journaling’ se puede realizar en celulares, computadoras o con lápiz y papel. Franco apunta que la técnica tradicional de escritura a mano permite un mejor desahogo emocional.

El psicólogo clínico Mateo Solano señala que escribir los acontecimientos relevantes en una bitácora permite que los momentos de ansiedad bajen su intensidad. La técnica es apta para hombres, mujeres, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. El concentrarse en escribir los hechos les ayuda a mejorar el desarrollo personal.

Para quienes optan por esta alternativa, los escritos se convierten en guías para tomar decisiones, explorar, conocer y aprender. El diario debe ser organizado según el momento que se vive y registra también las cosas por eliminar o cambiar dentro de la rutina diaria.

El primer paso dentro de esta técnica es la elección de un cuaderno o agenda. El color, estilo y diseño importan porque invitan a usarlo, es decir, debe llamar su atención, debe gustarle. Fijarse horarios le permitirá tener un espacio sin distracciones para escribir.

Puede comenzar con cinco minutos e ir subiendo. El ‘journaling’ no tiene un orden definido. Puede empezar con las acciones del día y sentimientos o momentos impactantes. En ocasiones escribir los sentimientos suele tornarse una tarea difícil para iniciar, pero lo importante es registrar la realidad.

TIPOS DE ‘JOURNALING’

Hay diferentes tipos de ‘journaling’ que se adaptan a las necesidades del momento. El diario de emociones es la primera opción. Este recopila las acciones que se realizaron, desafíos y oportunidades durante el día. El segundo se centra en la escritura libre.

No tiene ningún orden. Permite desahogar el estrés y la frustración por roces sociales, laborales, amistosos o amorosos. Tras su primera experiencia con el ‘journaling’, Eva Franco optó por continuar con un estilo de diario libre. El efecto positivo que sintió le motivó a seguir, además de alentar a otros a hacerlo.

El tercer tipo se enfoca en el agradecimiento diario. Hay que enlistar de tres a cinco personas, cosas, oportunidades y momentos positivos del día y reconocer la importancia de cada una en el desarrollo personal, físico y mental.

La escritura de cartas a otras personas es otra forma. Ayuda a cerrar ciclos con conocidos y a expresar lo que no se pudo decir. Estas pueden ser entregadas al involucrado, desechadas, quemadas o guardadas.

Para que la mente ejerza un control positivo con la ayuda de este método, es necesario un análisis posterior a la escritura, es decir, leer lo que se escribe y sacar conclusiones.

Solano recomienda que las mañanas y las noches son los momentos adecuados para planificar y en la tarde evaluar cómo se dieron las cosas, ver lo que se puede mejorar, alternativas, estados de ánimo, relación con otras personas.

La técnica trabaja conjuntamente con la imaginación y creatividad de los pacientes. El ‘journaling’ debe ser un momento de relajación y motivación para quienes lo eligen. 

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