Infecciones no tratadas a tiempo y malos hábitos alimenticios pueden convertirse en los principales enemigos de la fertilidad. Por eso es importante preparar al cuerpo para la llegada del bebé.

Martha Flores, ginecóloga obstetra, explica que el término infertilidad se utiliza cuando una mujer no ha logrado embarazarse por lo menos durante un año o no ha podido mantener un embarazo y este termina en un aborto espontáneo. Esta problemática puede ocurrir por varias causas.

La ginecóloga dice que los factores infecciosos son algunos de los más comunes. Esto incluye enfermedades, como la clamidia que no ha sido tratada a tiempo. Estas infecciones crean fibrosis a nivel de las trompas uterinas, lo que obstaculiza que la mujer pueda mantener un embarazo.

Otras alteraciones se relacionan con patologías como la endometriosis, miomas, pólipos o cualquiera factor que pueda alterar la estructura normal de un útero, que es donde el bebé va a implantarse y, posteriormente, a desarrollarse.

Flores aclara que no todos los miomas causan infertilidad. Los que influyen en este proceso son los submucosos, porque están dentro de la cavidad y se ubican donde se implanta el bebé, en el fondo del útero.

La falta de ovulación en la paciente es otra de las causas. “Que menstrúe no quiere decir que ovule”, dice la ginecóloga. Hay pacientes que tienen sus ciclos menstruales regulares pero no están ovulando. Para eso, se realizan pruebas hormonales o un examen ecográfico.

En otros casos, hay mujeres que ovulan, pero los óvulos son de mala calidad y no logran mantener un embarazo. Esta mala calidad se da porque no tienen las suficientes hormonas que deberían tener. Esto se puede ver más frecuentemente en pacientes que hacen demasiado ejercicio, tienen sobrepeso o, por el contrario, tienen niveles bajos de peso.

El ejercicio, si lo practica en exceso, puede bloquear la ovulación, ya que neutraliza las hormonas. Lo ideal es mantener una dieta adecuada, que responda a las necesidades de cada organismo.

El tabaco es otro de los factores que disminuye la fertilidad o, cuando se logra quedar embarazada, los bebés pueden nacer con un peso bajo. Flores dice que lo más recomendable es preparar al cuerpo. Lo óptimo es hacerlo seis meses antes y mínimo tres meses antes. En esta época se recomienda tomar ácido fólico y vitamina B.