Elija el calzado escolar

Durante la infancia y la adolescencia, la selección de zapatos debe ser con base en la salud del pie en desarrollo
Elija el calzado escolar

El calzado diario hay que escogerlo en base a salud y comodidad. Foto: Pixabay

5 de septiembre de 2018 16:01
Nancy Verdezoto

En la etapa escolar, uno de los principales requerimientos de los planteles educativos es que el calzado cumpla con el uniforme. Sin embargo, ni los padres ni los niños pueden dejarse llevar solo por la apariencia de los zapatos a la hora de comprar.

La salud del pie en desarrollo es lo más importante, pues en la etapa infantil se pueden corregir malformaciones u otros problemas del pie. Un zapato mal escogido, por otro lado, puede ser contraproducente para la forma del pie o puede provocar sudoración excesiva, mal olor y hongos.

Diego Arias, experto en análisis de pisada, dice que hay que conocer el pie del niño o adolescente; el arco, la distribución del peso corporal en la planta, los problemas posturales y otros.

La evaluación se debe realizar al inicio de cada año escolar y para que sea exhaustiva se puede acudir a tiendas de zapatos que cuentan con tecnología como el escáner, que señala problemáticas que se pueden escapar a la vista humana.

Una vez que se obtengan los resultados, se puede comprar el calzado y plantillas de acuerdo a los requerimientos del paciente. Si el niño o adolescente no tiene ningún problema en sus pies, no hay que descuidar la calidad del calzado. De esta depende la salud de la piel y de la anatomía del pie.

Los zapatos para el diario y para los días de deportes deben ser de materiales nobles. El cuero es uno de los más recomendados, pues se acomoda a la forma del pie, sin apretarlo o lastimarlo. Además, permite la respiración de la piel, evitando la sudoración excesiva que se puede convertir en el hogar de bacterias que causan mal olor y de hongos.

Para elegir los zapatos apropiados se sugiere calzarlos en el niño, para asegurarse de que sean de la talla correcta. Es un error comprar zapatos grandes, pues la fricción que se producirá al caminar lastimará la piel y causará inestabilidad en los niños, lo que puede provocar problemas de postura y desplazamiento.

El velcro es una alternativa para los niños pequeños, por la facilidad de calzarlos. Para los grandes, la mejor opción es el cordón, ya que sujeta de mejor manera el pie.

La estructura del zapato es otro factor que hay que analizar con mucho cuidado antes de adquirir el calzado. Los casuales deben tener un taco que separe el talón del suelo, protegiéndolo del impacto de las pisadas. Los deportivos deben tener amortiguación que cuide los pies, las rodillas y el resto del cuerpo durante el entrenamiento.

Si bien muchos padres buscan el ahorro, un buen calzado para los niños y adolescentes es una inversión en su salud.

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