Pintar o dibujar un mandala se ha convertido en un atractivo para el tiempo libre, ayuda al desarrollo de la motricidad en niños. Es considerada una técnica de relajación y disminución del estrés.

Estos dibujos son de origen oriental que representan una deidad dentro del budismo, es un símbolo del cosmos que representa ciclos. Son conocidos como centros energéticos por sus diferentes formas: cuadras, circulares, ovaladas y triangulares acompañadas por gamas de colores tienen un lazo armónico que representa una sensación de relajación y meditación.

No existe un determinado modelo a seguir, es por eso que las personas pueden expresar sus sentimientos y gustos desde la práctica de esta técnica. Puede ser realizada por niños, jóvenes, adultos con fines terapéuticos o de pasatiempo.

El pintar mandalas tiene varios beneficios hacia las personas al ser una técnica de concentración. Ayuda a controlar la ansiedad, angustia, mejora el estado de ánimo, fomenta la creatividad en la combinación de formas, figuras y colores, implica la capacidad de razonamiento y mejora la paciencia.

Según estudios científicos el pintar, dibujar o escribir mejora la coordinación entre la vista y las manos. Esto se debe a la liberación del sistema límbico responsable de las emociones en el cuerpo.

Para colorear un mandala se puede acceder a diversas plantillas en la web, libros para pintar, crear un diseño propio, usar marcadores, pinturas, acuarelas, crayones entre otros. Es recomendable iniciar de afuera hacia dentro, es necesario estar en un espacio tranquilo, colocar música suave para evitar distracciones externas.