La vida ‘fitness’ es una tendencia a escala mundial que ha interesado a muchos. Actualmente, tanto hombres como mujeres desean verse y sentirse bien. El alimentarse de manera nutritiva y tener actividad física son los dos elementos claves que definen a este estilo de vida.

El escenario en el que nos encontramos es aparentemente saludable, pero la prevalencia de enfermedades crónicas sigue elevándose cada vez más. La diabetes es una de ellas y, hoy por hoy, es también una de principales causas de muerte en el Ecuador.
Según Marina Moreno, especialista en Nutrición y Diabetes, “todos nacemos genéticamente predispuestos a tener una enfermedad metabólica como la diabetes pero la podemos prevenir y, en otros casos, controlar”.

La diabetes es un trastorno metabólico que se determina por el incremento de azúcar en la sangre. Miguel Pasquel, especializado en Diabetes y Metabolismo, explica que existen algunos tipos de diabetes, la más común es la de tipo 2, que se da con más frecuencia en adultos y adultos mayores, que representan el 95% de los pacientes. “Los detonantes en esta enfermedad son el sedentarismo, el estrés y el sobrepeso, por ende es una enfermedad prevenible”, expone.

En los pacientes diabéticos, que el 80% tiene exceso de peso, los estilos de vida (dieta + actividad física) van enfocados a bajar de peso. La diabetes será más fácil de controlar y tratar si el paciente reduce su peso. Entre más libras se tengan, más complicado será el tratamiento y viceversa. Los medicamentos, incluida la aplicación de insulina, dependerán justamente del grado de sobrepeso que se tenga.

Todo el entorno en el que nos encontramos estimula a las personas a llevar una vida ‘fitness’ pero, ¿por qué estas enfermedades metabólicas siguen aumentando?
La doctora Moreno asegura que los aspectos culturales alimenticios en el país son los principales causantes. “En nuestro medio se tiende a comer mucho hidrato de carbono, sopas y jugos. Se comen muy pocos vegetales y frutas y el método de cocción más frecuente es freírlos”, dice.

Lo cuestionable, entonces, es que el mercado ‘fitness’ es un negocio que ha atrapado la atención de muchos por estar de moda, pero no porque se haya creado una cultura de salud. Pocos usan la bicicleta para ir al trabajo o consumen alimentos preparados en casa por su ritmo de vida