El covid-19 cambió la forma de vivir el duelo

El distanciamiento social no permite que las familias puedan decir adiós a sus seres queridos.
El duelo es una cuestión personal, que ayuda a despedirse de los seres queridos. Muchos sufren por no poder hacerlo.

El duelo es una cuestión personal, que ayuda a despedirse de los seres queridos. Muchos sufren por no poder hacerlo.

27 de marzo de 2020 16:50
Gabriela Castellanos

El covid-19 ha causado la muerte de más de 25 000 personas en todo el mundo y la cifra sigue creciendo. La pandemia global no solo ha provocado que muchas familias deban estar separadas sino también que muchos no puedan despedirse de sus seres queridos.

Hace pocos días unas imágenes de Italia se volvieron virales. En ellas se observaba a camiones militares trasladando decenas de ataúdes para ser cremados. Desde los balcones de sus casas, los italianos despedían a sus padres, hermanos, hijos, esposos y amigos. Esta crisis dejó en evidencia que la imposibilidad de decir adiós ha causado un impacto fuerte en la salud mental y emocional de las personas.

En otra ciudad italiana se conoció de una campaña que entregaba tabletas a las personas que estaban a punto de morir en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales (UCI). Así ellos y sus familias podían despedirse.

El distanciamiento social también cambió la forma en la que se vive el luto. En varios países del mundo, como Ecuador, se tiene la costumbre de realizar velatorios, ceremonias religiosas y entierros con la presencia de familiares y allegados.

Según Cristina Carvajal, psicóloga clínica, en situaciones normales el encuentro con la muerte ya es bastante complejo porque “nos muestra que somos vulnerables y que tenemos la posibilidad de dejar de existir”, indica. Esto provoca ansiedad porque la identidad de la persona se ve fragmentada.

Según el doctor Alan Wolfelt, especialista en procesos de duelo, los rituales funerarios son partes importantes del proceso de duelo porque ayudan, entre otras cosas, a aceptar la pérdida, recordar a la persona fallecida y conectar y sentirse apoyado por la familia. Sin embargo; aunque esta situación sea nueva para muchas personas, este problema ya se ha vivido en el pasado y se vive en muchos países por diferentes motivos como guerras, epidemias y crimen.

Por eso, la imposibilidad de realizar rituales de despedida pueden ser tan complejos en el contexto de la pandemia del covid-19. “Necesitamos sentirnos acompañados, por eso puede ser difícil entender el toque de queda, el distanciamiento social. Son cosas que nos resultan difíciles”, apunta Carvajal.

Pero en la situación actual resulta indispensable buscar formas de decir adiós siguiendo las normas de distanciamiento social. Carvajal llama a buscar la conexión y el acompañamiento familiar de forma virtual. “Además tenemos que tener un sentido de acompañamiento más global porque no es algo personal, es algo que nos está pasando a todos en todo el mundo

Los niños pueden ser especialmente sensibles a la pérdida de un ser querido como un padre, madre, hermanos, abuelos, tíos y otros familiares cercanos. Más aún si no han podido despedirse o entender del todo lo que ocurrió.

Según Carvajal, ellos necesitan ser contenidos en estas circunstancias. “Las familias deben historizar y comentar a los niños lo que ocurre de una forma adecuada”, dice. Si se pueden reunir las voces de los niños, juntar a la familia en una videollamada y ese tipo de cosas ayudará a que los pequeños se sientan acompañados cuando reciban la noticia de que alguien a quien ellos quieren no estará más.

“Hoy en día están muy familiarizados también con la cultura de la muerte mexicana gracias a la película ‘Coco’. Con esa narrativa se puede enseñar a los niños a entender la muerte más allá de la pérdida y pensar en la trascendencia humana como algo mágico”, agrega la especialista. Ella sugiere incentivar a los niños a dibujar alebrijes, estas criaturas mitológicas que aparecen en ese filme.

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