Una de las relaciones más complejas en el sistema educativo es la que se entabla entre los padres de familia y los docentes. Esta será un pilar para que el estudiante pueda cumplir con éxito su proceso de formación y, al mismo tiempo, será una guía para que los representantes conozcan el progreso los alumnos.

Pero para que esta relación funcione, los representantes y los profesores deben tomar en cuenta elementos como la empatía, la cordialidad, el respeto a los horarios, el uso de nuevas tecnologías y más asuntos.

De acuerdo con la psicóloga educativa María Fernanda Veloz, es imperativo que los padres de familia conozcan el horario de atención de los profesores y los canales de comunicación directa con ellos.

Veloz resalta que el trato entre ambos debe ser claro, cordial y, sobre todo, se mantenga en los horarios establecidos ya que eso ayuda a que el profesor pueda planificar el trabajo en aula. Los docentes y los padres de familia deben recordar que al final de estas reuniones deben crearse documentos que dejen constancia de que se mantuvo ese encuentro. Esto es de gran ayuda cuando existan problemas con el estudiante por falta de apoyo o de compromiso por parte de la institución educativa o de los familiares.

Es importante, además, que los padres cuyos hijos requieran de refuerzos educativos por motivos como problemas familiares, déficit de atención, y otros lo comuniquen de manera inmediata ya que el sistema educativo ecuatoriano contempla acciones específicas para solventar estas necesidades. Esto puede incluir clases extra, ejercicios específicos que no están contemplados en la malla curricular general, exámenes especiales, entre otros.

En el caso de los docentes, una estrategia para una mejor comunicación con los representantes de los estudiantes es la creación de canales de información continua. De acuerdo con Juan Andrés Tobar, experto en Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento, los profesores tienen tres elementos proveer información continúa sobre lo que pasa en las aulas: la creación de boletines (semanales o mensuales) de sus materias que incluyan tareas y fechas importantes; el trabajo en aulas virtuales gratuitas para compartir documentos, calendarios y demás con los alumnos y sus padres; la utilización de sistemas de mensajería instantánea para resolver dudas.

Otro elemento que ayuda a una buena relación entre los representantes y las instituciones educativas es la realización de actividades que involucren a la familia del estudiante. Estas deberán estar especificadas al inicio del año escolar y, según Veloz, no deberían ser más de cinco al año debido a la apretada agenda que suelen tener los padres de familia