Un buen descanso es necesario para que el cuerpo pueda descansar y recuperarse. Durante las noches, mientras duerme, el cerebro procesa la información del día y se repone. Pero, a medida que se envejece, es común que las personas duerman cada vez menos.

Según el doctor Philip Hagen, de la Clínica Mayo, una de las razones más frecuentes para despertarse son molestias físicas como la necesidad de ir al baño, mover una articulación adolorida o problemas de temperatura. "Dormir menos y pasar menos tiempo en el ciclo de sueño desincronizado (la fase de los sueños) son otros cambios que forman parte del proceso natural de envejecimiento". Sin embargo, el especialista asegura que existen formas para mejorar la calidad de sueño durante la edad madura.

Una de las primeras recomendaciones es estar pendiente de los medicamentos y suplementos nutricionales que se toman. Algunos de ellos pueden tener efectos en la calidad de sueño, por lo que es necesario analizarlos junto a un médico. Otra idea es evitar tomar líquidos hasta dos horas antes de dormir para reducir las visitas nocturnas al baño.

Los dolores en las articulaciones pueden ser incómodos para descansar en las noches, especialmente al permanecer varias horas en una sola posición. Para solucionar este problema se puede conversar con el médico de cabecera para analizar la posibilidad de tomar un analgésico antes de dormir.

Otras recomendaciones están orientadas a mejorar el entorno y la preparación para el descanso. Es importante mantener la habitación ventilada y oscura. Hay que evitar las luces del televisor, computadores y celulares ya que la luz azul que emiten altera los ciclos de sueño. Es la misma razón por la que se debe evitar la cafeína hasta ocho horas antes de dormir.

Los especialistas también creen que se debe reducir la duración de las siestas durante el día. El tiempo ideal será de 10 o 20 minutos ya que esto sirve únicamente como reparación y para ganar energía. Las siestas demasiado largas quitan el sueño nocturno.