Decorar la habitación del bebé es uno de los primeros pasos en la preparación de la llegada del nuevo miembro de la familia. Elegir los colores, los muebles y los adornos puede resultar abrumador para los futuros padres. En esta guía le presentamos algunos consejos para decorar el espacio de su pequeño.

1. Colores

Los colores cálidos y pasteles son una buena opción porque transmiten tranquilidad al bebé. Foto: Pixabay

Hay ciertos padres que prefieren saber el sexo de su hijo o hija antes del nacimiento y otros buscan que sea sorpresa. En cualquier caso, la mejor opción para los colores del cuarto del bebé son los tonos neutros y pasteles. 

El blanco, por ejemplo, es un tono purificante. Según la psicología del color, da luz y armonía a una habitación y transmite paz al recién nacido. Además este tono permitirá realzar otros colores presentes en el cuarto como juguetes, ropa o lámparas que llamarán la atención del pequeño. 

Otra opción es el gris. Aunque muchas veces se dice que es un tono frío que genera tristeza, también es elegante y fácilmente combinable con colores pasteles como el celeste o el rosa pálido. 

El amarillo, verde, azul y rosa deben usarse siempre en las tonalidades más pasteles. Elegir pinturas muy brillantes pueden impedir un descanso apropiado del niño. Lo ideal es que estos colores fuertes estén presentes únicamente en pequeños detalles. 

2. Muebles

Lo esencial es contar con una cuna, un cambiador, una silla cómoda y una mesita. Foto: Pixabay

La elección del mobiliario es tan importante como su ubicación dentro de la habitación. Dentro del cuarto del bebé se debe colocar una cuna, una mesa para cambiarlo de ropa y pañales, un corral, y una silla cómoda para dar de lactar.

El mueble más importantes es la cuna. Al buscar la mejor opción es importante tomar en cuenta la seguridad y comodidad. Según el portal Baby Center, especialista en cuidados de infantes, es importante probar la estabilidad de la misma. El mueble no debe tambalearse. También se debe colocar un colchón, debe ser suave y firme para dar comodidad y no afectar la postura del recién nacido.Es mejor evitar colocar repisas o cuadros sobre la cuna para evitar accidentes.

En Estados Unidos rige una guía para la construcción y comercialización de cunas para bebés. Esta reglamentación busca brindar mayor seguridad a los niños y más tranquilidad a los padres. Las cunas con barandas desmontables están restringidas para evitar que por accidente caigan sobre los niños o que los pequeños puedan caer de la cuna al no estar bien aseguradas 

Con respecto al cambiador, lo importante es que sea funcional. Debe tener suficiente espacio para colocar los pañales, ropa, y productos de limpieza como toallitas húmedas, talco, cremas y aceites. 

3. Iluminación

Las lámparas de animales dan vida y alegría a las habitaciones. Foto: Pixabay

La mejor alternativa para la iluminación del cuarto del bebé es la luz natural. Es importante que la habitación del pequeño tenga al menos una ventana grande. Pero también se puede colocar luz artificial para complementar el espacio y darle calidez. 

Una de las alternativas más comunes es ubicar una lámpara en el techo en una posición central. También se han popularizado las lámparas de noche. Estas son pequeñas y de baja intensidad y se suelen dejar encendidas durante la noche para evitar que el niño se asuste si se despierta en la madrugada. 

Lo que se debe evitar a toda costa es la luz fluorescente y halógenos empotrados por ser demasiado intensos. Pueden provocar problemas para dormir, según el portal ABC del Bebé. También hay que tener cuidado con las lámparas de pie. Si bien los niños no pueden acceder a ellas,  se pueden convertir en un riesgo cuando los niños empiecen a gatear y caminar.

Para asegurar una buena calidad del sueño también hay que colocar cortinas. Estas deben ser completamente opacas y no permitir el paso de luz. Lo ideal es que al cerrarlas puedan convertir el espacio del bebé en un ambiente nocturno. 

4. Ventilación

Las ventanas deben estar ubicadas a un metro del piso para evitar accidentes. Foto: Pexels

El flujo de aire es esencial en la habitación del recién nacido. La ventilación ayuda a renovar el aire y eliminar la humedad y el dióxido de carbono. También permite eliminar las bacterias y ácaros que son perjudiciales para la salud del pequeño. 

Muchos padres tienen temor a que sus hijos se resfríen, pero es importante que en algún momento del día la habitación se ventile. Una opción es hacerlo durante la limpieza del cuarto. 

También se recomienda evitar que entre humo de cigarrillo al 'nursery'. Se deben evitar ambientadores o productos químicos que puedan provocar alergias. Los inciensos pueden irritar las vías respiratorias de sus hijos.