Los beneficios que producen las abejas son múltiples; el conocido uso de su miel para quitar los efectos de la gripe o mejorar el brillo del cabello no son todo lo que pueden ofrecer.

Además de consumir los productos que ellas elaboran, las abejas son una alternativa a la medicina. Con estos animales se pueden tratar más de 1 000 enfermedades; pero además, proteger al organismo contra males futuros. A través de sesiones de corta duración, mediante la acupuntura realizada con su aguijón, se pueden mejorar desde el estrés hasta la escoliosis.

Este tratamiento consiste en pinchar con sus aguijones la zona del cuerpo afectada y dejar que su veneno actúe. Desde el 2012, la Cruz Roja Ecuatoriana brinda este servicio médico.

Según Pablo Suárez, experto en traumatologías, este tratamiento surgió de la innovación para tratar golpes o afecciones musculares con plasma. Los beneficios del plasma han sido trabajados hace muy poco en la Cruz Roja y junto con la apiterapia son los tratamientos que más éxito tienen en la recuperación de los pacientes.

El tratamiento con abejas tiene la ventaja de no presentar las contraindicaciones de la medicina tradicional, como dolores fuertes, alergias a la medicación o efectos colaterales. Se trata de un procedimiento sencillo en el que se pueden evidenciar los cambios y la mejoría en corto tiempo.

Al igual que la aplicación del plasma rico en plaquetas, que se toma de la misma sangre del paciente y genera mayores nutrientes y menos complicaciones, las abejas presentan cuatro de las seis enzimas que el ser humano necesita para la desintoxicación de su organismo.

El procedimiento empieza con una prueba alérgica, para conocer si el paciente es apto para el tratamiento. Se realiza un pequeño piquete con el aguijón extraído de una abeja.

El doctor Bryan Navarrete, experto en apiterapia de la Cruz Roja Ecuatoriana, explica que muy pocas personas son alérgicas a las abejas, que normalmente la hinchazón de la zona picada es normal debido a que la apitoxina (veneno de la abeja) es un desinfectante natural y reacciona ante las toxinas del cuerpo. Pero quienes son alérgicos deben mantenerse alejados de este tratamiento.

Todas las abejas utilizadas para la terapia son criadas en el panal de la Cruz Roja y -a diferencia de lo que se piensa comúnmente- las abejas solo mueren cuando pican con demasiada fuerza a las personas, porque es cuando el aguijón se desprende con una parte de su intestino. En cambio, en este tratamiento se extrae solo el aguijón, sin causar daño al insecto. Luego de ello, las abejas continúan el ciclo de su vida. Con el veneno proporcionado por cada abeja se pueden realizar entre cinco y siete pinchazos en el paciente.

La apiterapia ha probado su uso y eficacia en muchas enfermedades como la hipertensión, los problemas relacionados con el ritmo cardíaco, las migrañas y los dolores de espalda y cuello.