Café Society, nostalgia a flor de piel

2016-05-22 05:00:00
Santiago Sarango

El más reciente filme de Woody Allen es una comediaNo solo en sus películas recientes u00c2Roma con amoru00c2 y u00c2Medianoche en Parísu00c2 se reveló el carácter nostálgico del cineasta estadounidense Woody Allen. Ya en 1987, con el estreno de u00c2Días de radiou00c2, dejó claro que -al menos- en su universo de guiones todo tiempo pasado fue mejor.En ese filme, el octogenario director dejó al descubierto su habilidad para la ambientación -la obra transcurre en los años cuarenta y explora sus recuerdos de infancia, en los que la radio marcaba las pautas de las relaciones familiares y sentimentales- y su constante búsqueda de los elementos de décadas pasadas para impregnar sus películas de emociones.Para este año, Allen introduce en las salas de cine a u00c2Café Societyu00c2, una tragicomedia que abrió la semana pasada

la selección oficial del Festival de Cannes, en la que estrellas de cine, gánsteres, jugadores y mujeres misteriosas son los protagonistas de un elegante y nostálgico romance en el Hollywood y

Nueva York de 1930.

Bobby, interpretado por Jesse Eisenberg (lo acabamos de ver personificando a Lex Luthor en u00c2Batman vs. Supermanu00c2), sueña con el glamour y la buena vida, por lo que decideir a Hollywood, donde su tío Phil (Steve Carell, conocido por películas como u00c2Virgen a los 40u00c2 y u00c2Superagente 86u00c2), un poderoso agente de estrellas, lo contrata como su recadero.Allí se enamora de Vonnie, interpretada por quien fuera la favorita de los vampiros, Kristen Stewart, quien cumple el rol de una asistente ambiciosa y sedienta de fama y gloria.Pero el amor no correspondido hará que Bobby -personaje que Allen ha descrito como un símil de sí mismo- regrese a Nueva York y se recluya en los locales de moda frecuentados por la llamada u00c2Café Societyu00c2, un movimiento de artistas, famosos y grandes mecenas.

Ahí, Verónica, una mujer que desborda lujo y buen gusto (representada por Blake Lively), lo distraerá de la idea del fracaso.Decisiones y consecuencias, esa es para Stewart, protagonista del filme, la clave para entender a u00c2Café Societyu00c2. Los personajes se interrogan acerca de sus decisiones y sueñan con la vida que tendrían si sus acciones hubiesen sido otras. u00c2Da vértigo, porque es como sucede en la vida: uno se la pasa preguntándose si ha tomado los caminos correctosu00c2, comentó la actriz, en su paso por la alfombra roja de Cannes.Y como todas las películas de Allen, u00c2Café Societyu00c2 no deja de estar llena de detalles que, sin duda, influenciaron a la hora de elegirla como la cinta que inauguró la cita europea.La narración en u00c2offu00c2, de principio a fin, es realizada por el mismo Allen. La fotografía cuenta con el genio de Vittorino Storaro, ganador de tres Oscar por u00c2Apocalypse Nowu00c2, de Francis Ford Coppola; u00c2Redsu00c2, de Warren Beatty; y u00c2El último emperadoru00c2, de Bernardo Bertolucci. La atmósfera del lujo y elegancia se atribuye a la casa Chanel, que concibió el vestuario, el maquillaje y la joyería.A estos detalles se suma la nueva forma de mecenazgo de la producción de cine y televisión: Amazon, el gigante de ventas por Internet, es el mayor financista de la película, pese a que el director

afirma no tener un computador ni en casa ni en el trabajo y reniega, cada vez que puede, de las nuevas plataformas

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