EL EJERCICIO Y SUS VÍNCULOS AFECTIVOSLa práctica de una disciplina hace entablar diálogos.Paola Gavilanes. Redactora (I)Los lazos entre madre e hijos se estrechan y consolidan con una buena comunicación, pero también

compartiendo diversas actividades.En esa extensa lista, precisamente, está el deporte. Según Sol Garzón, entrenadora y motivadora en Taga Insanity, tenis, fútbol, baloncesto, baile o cualquier otra actividad física crean un vínculo especial entre ambos protagonistas de una familia, porque comparten un idioma similar.Y lo ideal, según la especialista, es que madre e hijo realicen una misma actividad, sin que aquello signifique que estén obligados a compartir una clase. u00c2La madre puede asistir a un encuentro a una determinada hora y el hijo o hija a otra. La conversación se dará en u00c2u00adalgún momento del díau00c2.Al practicar una misma disciplina pueden trazarse retos, corregirse posturas y hablar horas y horas de aquello que los motiva; y lo más importante, comparten tiempo.Ese momento es el más valioso, según Patty Pachón, otra motivadora, porque cada vez es más difícil pasar momentos de calidad en familia. La premura con la que se vive el día a día dificulta el diálogo y el fortalecimiento de lazos.Entre las disciplinas preferidas por las madres, y en las que también pueden participar los niños, están el insanity, el baile y las artes marciales. Las clases para los niños deben dosificarse para evitar que los hijos se agoten o que pierdan el interés.

Es por esa razón que Garzón sugiere trabajar en clases separadas, sobre todo, cuando los hijos son pequeños. u00c2Un niño jamás va a trabajar con la misma intensidad que un adulto. Ellos deben abordar el deporte como si se tratara de un juegou00c2, explica.Cuando los hijos son adolescentes, en cambio, se abre la posibilidad de que madre

e hijo puedan ejercitarse dentro de un mismo espacio. Lo ideal es que ambos se sientan a gusto, para que la figura de la progenitora no resulte invasiva.La recomendación de las especialistas es que los niños realicen actividad física ente dos y tres días a la semana. Esas clases pueden sustituir a las extracurriculares que se dictan en los colegios.La constancia y disciplina, además de fortalecer y consolidar lazos, les permitirá a madre e hijo estar y verse saludables para evitar enfermedades no transmisibles, como el sobrepeso y obesidad.