Los planes a solas también son placenteros

2012-08-19 05:00:00
Gabriela Vivanco

LOS PLANES A SOLAS TAMBIÉN SON PLACENTEROSDéjese de miedos; estar con uno mismo no tiene que ser aburrido.Para muchas personas, tomar un café, almorzar, ir al teatro, al cine o a caminar sin más compañía que la de uno mismo suele ser un plan aterrador. No es para menos, la sociedad no está acostumbrada a ver a gente sola disfrutando de sus planes. La soledad se asocia con la incapacidad de hacer amigos o mantener una relación. Quienes se atreven a sentarse a solas en un patio de comidas son vistos con los ojos de la rareza.De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Maryland y la Escuela de Negocios de Georgetown, el miedo a hacer actividades solos proviene del temor a ser juzgados por los demás.¿Por qué nos cuesta tanto aventurarnos al mundo? ¿Por qué el temor al escarnio público hace que a veces aceptemos la compañía incluso de personas que no son de nuestro agrado? María de los Ángeles Núñez, psicóloga clínica, responde a estas interrogantes: Desde niños nos han enseñado que la soledad no es buena, para un menor quedarse a solas no significa independencia o autosuficiencia, sino abandono.Asimismo, ella concuerda con los resultados del estudio de las universidades señaladas en que el juicio social suele ser más fuerte que las ganas de disfrutar de un plan a solas.Otro factor importante es la diferencia de género. Son generalmente las mujeres las que llevan la mayor cantidad de críticas cuando van de compras solas o cuando se las ve en un restaurante. Un hombre que come a solas no genera ninguna crítica, si una mujer lo hace se levantan sospechas sobre sus habilidades sociales.Además, aun cuando una persona se aventura a salir sola siempre tendrá en su mano un celular como un arma frente al aparente abandono que está sufriendo. Para María de los Ángeles, el teléfono se ha convertido en un escudo, otra forma de decirle al mundo que no estamos solos por elección, que no nos han plantado.Pero mientras el qué dirán sea más fuerte hay un mundo de posibilidades que se abren cuando cruzamos la puerta y nos permitimos disfrutar de nuestra propia compañía.Para la experta, todo el asunto tiene que ver con una educación de dependencia emocional cultivada desde la niñez y con la que la persona se va formando. La respuesta obvia, pero no por ello fácil de aplicar, es romper con esos cánones sobre la soledad y revertirlos.Para quienes tienen hijos la clave es inculcar la independencia no como egoísmo sino como una herramienta de autoestima. Para quien desee empezar a hacer sus planes solos es importante librarse del peso que tienen los comentarios.Poder estar a solas es producto de la una capacidad de autosuficiencia emocional, por ello no hay que recriminarse por el hecho de ir al salón de belleza sin compañía, de tomar una bebida caliente o fría mientras se lee un libro. Es incluso un ejercicio para superar los miedos, para darse cuenta de la capacidad de reencontrarse con uno mismo.Además está la satisfacción de poder tener el control sobre el tiempo y los lugares en los que se quiere permanecer.No se trata de una competencia, de si es mejor estar solo o acompañado, se trata de otorgarse un tiempo, de cambiar el chip de la soledad como sinónimo de abandono y convertirla en algo que es placentera y permite la reflexión.LOS BENEFICIOS:En primer lugar?se renueva el sentido de la autosuficiencia, no se trata de egoísmo sino de disfrutar el poder decidir por sí mismo el tiempo y el lugar en el que se quiere o no permanecer.Además es una? opción para conocer gente, para bajar los escudos y entablar conversaciones que en un día de estrés pueden devolver una sonrisa.

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