ALEJANDRO SANZ REAPARECE CON 'SIROPE', UNA FUSIÓN DE RITMOS

Espero ir a Ecuador pero de vacaciones, que es como me gustaría ir.Claro, iré también con un conciertou00c2.Luis F. Orquera. Redactor (I)Semanas antes del lanzamiento de su nuevo disco u00c2u0096antes de que revelara que lo llamaría 'Sirope'u00c2u0096 Alejandro Sanz se mostraba entusiasmado a través de la vía telefónica.El sentir solo fue creciendo conforme transcurría el diálogo,que al inicio sugería el adjetivo 'barroco' para calificar el tamaño de la producción y los arreglos involucrados. Yo había pensado en la palabra puntillista (estilo de pintura hecho por puntos), dijo con una sonrisa tácita que se leía pese a la falta de rostros visibles en la tertulia. Desde entonces, casi toda conversación musical era metaforizada con alegorías pictóricas. Sus pinceladas comentadas fueron consecuentes con su pasión por la pintura, la misma que desarrolló poco después de entrado el nuevo milenio; con exitosas exposiciones como resultado. Hay un trabajo exhaustivo, prosiguió de regreso al álbum. Pasé ocho meses en el estudio diseñando todos los instrumentos. Estuve viendo los niveles de cada uno de los sonidos desde el inicio; mezclando desde el minuto uno.También, más que en ninguna otra producción, hubo presencia orquestal con arreglos de vientos y metales. Según él, esta forma de trabajo fue la única capaz de cuidar la esencia de canciones que en esta ocasión se empaparon de toda influencia sónica. Confirma que hubo experimentaciones con sonidos anglosajones como el shoegaze y el dream pop, aunque añade que hay muchos estilos más como blue grass, funk, r&b y otros. Uno de ellos es, por ejemplo, el joropo venezolano en el tema No madura el coco, canción que habla sobre la situación humana en el país del presidente Maduro.La cadena que ata a este esfuerzo de fusión es su voz. Esta mantiene ese estilo que lo caracteriza; uno más ligado al flamenco que al pop. La diferencia es que se tiene la confianza de cantar notas más agudas o de aventurarse con motivos algo rapeados.Cuando eres ecléctico al momento de escuchar música, la paleta de colores se amplía enormemente. De lo contrario, sería como pintar un cuadro solo con el color negro, aseguró poco después de confesar que le gusta Eminem.Los títulos de este disco también tienen algo de galería abstracta de arte. Este mismo comentario le hizo soltar una carcajada al español que, entre risas, lo admitía: Me gusta jugar con la palabra desde el sentido plástico. No solo tienes que ir a lo explícito. Para él, por ejemplo, el grafismo (título, en la jerga de Sanz) de su sencillo Zombie a la intemperie, representaría la sensación de un tipo sin rumbo; con frío. Uno que huye de la felicidad porque la libertad le vale más.Otro de los títulos que levanta cejas es Capitán Tapón. No se trata de una referencia a una serie animada que no cruzó el Atlántico. Es el apodo de su hijo Dylan, por pequeño (tiene 3 años) y asertivo. Aparte de cambiar a diario el canal de fútbol de su padre a 'Bob Esponja', Dylan grabó su voz para el tema, justo después de un resoplo de mar que Sanz describió como una playa de Monet... de un banco de sonidos del estudio.En la despedida, el español agradeció la charla y prometió una pronta visita al Ecuador.