15 AÑOS DE LUCHAR JUNTO A LA GENTE CON CÁNCERLas voluntarias Clemencia Dávalos (i), María Almeida de Espinosa y

Graciela de Ortega.Ana María Carvajal.?(I)En la oficina de las Damas Voluntarias de Solca, las risas, el cariño y las ideas llueven. Después de 15 años ayudando a los pacientes con cáncer, su entusiasmo no cesa.María Almeida de Espinosa lidera a 80 mujeres que escuchan y abrazan a esas valientes personas que a diario pelean contra ese mal que merma la fuerza, la fe y la alegría.No han sido años fáciles. A esta amable y sonriente mujer le ha tocado vivir esta lucha de cerca, sujetando siempre con amor y firmeza la mano de su esposo, Solón Espinosa, director de Solca, quien ha sufrido esta enfermedad.Por eso sabe que se trata de una situación compleja que cambia la vida del enfermo y de su entorno. Cada vez que se acerca ellos, trata de aliviar el dolor y la angustia que sienten. Para ella, esta es una forma de devolver la bondad de Dios.Almeida es una de las 25 mujeres que iniciaron el proyecto. Se capacitaron por unos meses con trabajadores sociales, oncólogos y enfermeras. Eran las esposas de miembros del consejo directivo de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer, pero poco a poco se han sumado más.Además de preparar 800 vasos de avena diarios y repartirlos por el hospital, ellas buscan donaciones para financiar costosas cirugías, traslados en ambulancia, medicamentos o viajes para quienes lo necesitan.Su idea es suavizar el temor de los pacientes y sus familias. Graciela Ortega es una de sus compañeras desde el inicio.Ella afirma que hay nexos muy fuertes entre todas. Unas dan catequesis a los niños para Primera Comunión o Confirmación. Otras colaboran en las dos guarderías disponibles o coordinan con fundaciones, universidades y otras entidades que ayudan a los niños y jóvenes hospitalizados a estudiar e igualarse en las materias.Tienen claro que se trata de solidaridad y practican su lema: !en Solca nadie se rinde!