PILAR MOSQUERA LE GANA LA PARTIDA AL CÁNCER'Por un poco más de vida' fue escrito durante las quimioterapiasPor Ana María Carvajal?(I)Los rostros pálidos y cansados de los pacientes de Oncología ambulatoria del Hospital Eugenio Espejo se iluminan de pronto cuando llega Pilar Mosquera a visitarlos.Cada viernes, esta médica llega al noveno piso de la casa de salud con bebidas hidratantes, regalos y un juego de bingo. Al entrar, recuerda que hace dos años y medio era ella quien recibía quimioterapia en un sillón esquinero del cuarto, junto a la ventana con vista panorámica al Centro de Quito.Los pacientes no se detienen a apreciar el paisaje, porque el tratamiento para combatir el cáncer es fuerte y agobiante. Pero cuando empieza el bingo, algo cambia en su actitud.Pilar decidió hacer una visita semanal para aliviar a estas personas que buscan ganarle la batalla al cáncer, como lo hizo ella en dos ocasiones.La primera vez, hace 15 años, ella misma se diagnosticó cáncer de seno. El tratamiento fue una mastectomía radical. Pero hace dos años y medio halló nuevamente la sombra de la enfermedad en su axila y en su ovario.Se sometió a una cirugía para retirar el tumor de su axila, parte de su abdomen, su útero y sus ovarios. La cirugía fue en el Hospital Metropolitano. Araí Vela es una de sus tres hijos. Cuenta que su madre se empeñó en recibir las quimioterapia en el Eugenio Espejo, en lugar de ser tratada como reina en el hospital privado.Para Araí era un alivio, porque podía supervisar el tratamiento. Ella era uróloga de planta en el hospital público y confía plenamente en Paúl Vargas, el oncólogo que trata a su madre. Pero admite que para sus hermanos era traumatizante ver a su madre en un sala estrecha con pacientes que se desmayaban o vomitaban junto a ella, como reacción frente a la fuerza de los medicamentos.A Pilar eso no le importaba. Relata que desde muy pequeña tuvo una vida difícil. Ha sido una constante batalla por vencerme a mí misma. He pasado por situaciones muy fuertes, pero no he dejado de hacer mis cosas por eso. Es una forma de protegerme del dolor, dice.Ella rechazó esa cierta comodidad de recibir atención especial: una noche de preparación, un día de quimioterapia y otra noche de hidratación.Prefirió ir al Eugenio Espejo y escribir en su 'tablet' lo que sentía cuando los fuertes medicamentos entraban a sus venas y poco a poco las quemaban.También conversaba con sus compañeros de lucha, quienes salían de Imbabura, Cotopaxi, Chimborazo... de madrugada y llegaban a las 07:00 para recibir el tratamiento. Luego se subían solos a un bus de regreso a casa, con un malestar insoportable.Esas historias están en 'Por un poco más de vida', uno de los cuatro libros médicos que ha escrito para ayudar a sus pacientes y compañeros en la dura enfermedad del cáncer.En su sitio de Facebook Cadena de ayuda Dra. Pilar Mosquera ofrece su libro en venta para sostener su obra social. También pide donaciones en especies, según la necesidad de los pacientes. No recibe dinero.No sabe si alguna vez el cáncer volverá a atacarla. Ella prefiere vivir a plenitud cada momento. Es una mujer feliz.VOCACIÓN SOCIALPilar Mosquera fue?voluntaria por 11 años en la Cruz Roja, con un programa de Acnur con refugiados que huían de la guerrilla colombiana.Además atendió?en el área de Ginecología de las DamasVoluntarias. Ahora juegabingo con pacientes de Oncología.