Los personajes mágicos, ¿cuándo decir la verdad?

2014-09-26 05:00:00
Gabriela Balarezo

LOS PERSONAJES MÁGICOS, ¿CUÁNDO DECIR LA VERDAD?Los expertos aseguran que es sano que los niños crean en seres mágicos, esto contribuye en el desarrollo de su psiquis.Por: Amanda Granda. (I)La tradición de contarles a los niños que un señor de barba blanca que viaja en un trineo es el que reparte los regalos de la Navidad; o que cada vez que un diente se cae es el ratón Pérez es el que se lo lleva y a cambio deja una moneda, se ve cuestionada en algún momento por los infantes.

Y los padres, que incentivaron esa creencia y la disfrutaron junto a sus hijos, también se preguntan hasta cuándo deben sostener esa fantasía.La psicóloga Carla Mideos explica que hasta alrededor de los 5 años, los chicos todavía no distinguen entre lo que es la fantasía y la realidad, y el pensamiento mágico es el que predomina en los pequeños.Por eso, el niño atribuye a los seres animados o mágicos características humanas, considera que los animales o los objetos hablan y actúan como humanos, cree en los personajes de los cuentos (fantasmas, hadas, monstruos, brujas, etc.).Además, en los 'besos sanadores' de mamá que lo curan todo, los muñecos comepesadillas o las tiritas especiales que solo al colocarlas alivian.Esto es muy sano. La imaginación y la fantasía contribuyen en el desarrollo de la psiquis infantil. Los niños necesitan creer, sostiene la experta.Al llegar a los 6 años, los niños empiezan a preguntarse y cuestionar a los padres si toda esa 'magia' existe. Para la parvularia y psicóloga Paulina Códova, entre los 7 y los 8 años, es la edad adecuada para que los papás se sinceren con sus pequeños sobre los personajes.Esto porque en esa etapa los chicos comienzan a desarrollar un tipo de pensamiento más abstracto y son capaces de comprender la realidad.De hecho, muchas veces son los infantes los que con su curiosidad van sospechando... Por ejemplo, descubren los regalos de Navidad debajo de la cama, escuchan a algún adulto preguntar ¿dónde los compraron?, o sorprenden a su mamá colocando una moneda debajo de su almohada en lugar del diente de leche.Si a esto le sumamos la influencia de los programas de televisión y la Internet, los niños están cada vez más expuestos a descubrir la verdad. Cuando esto sucede lo mejor es dar una explicación acorde a la edad del niño y que sea lo más clara y sencilla posible.Mideros indica que no hay una receta sobre cuál es la forma correcta de 'romper con la fantasía'. Lo que sí aclara es que el modo en que esto se transmita va a depender del estilo y las creencias culturales y religiosas de cada familia.Pero más que cómo decirlo, a los padres les preocupa cómo van a reaccionar los chicos cuando el encanto se acabe.¿Qué pasa si su reacción es molestarse con los padres por haberles mentido?Puede ser que los infantes se molesten o se sientan defraudados porque su familia les engañó todo ese tiempo.Las dos expertas coinciden en que hay que acompañarlos y darles tiempo para procesar la nueva información. Asimismo, tal y como se les leyó cuentos, películas o relatos que alimentaron su fantasía, se puede hacer lo mimo con la realidad. Es decir, usar los mismos recursos para que ellos conozcan y acepten la verdad sin resentimientos.Una de las opciones es buscar de dónde, cómo y por qué se creó el mito de Santa, el ratón de los dientes , los reyes magos o el conejo de pascuas.Muchos de estos personajes partieron de una historia real a la que se le fue sumando algo de magia para hacerla más atractiva.Con esto, los niños entienden que no todo lo contado y vivido fue una mentira. También se puede aprovechar para incentivar la lectura y la curiosidad.FPara tener en cuentaLa fantasía. ?Los niños necesitan de ella. Esto les ayuda a desarrollar su imaginación y creatividad. La frustración.?Será inevitable cuando descubran la verdad. Sin embargo, no es dañina ni traumática.La aceptación. ?Les permite crecer y estar listos para enfrentar los retos

de los 8 años.Comprensión.? Hay que entender su decepción, pero no tomarla muy en serio. Oportunidad.? Se puede aprovechar la ocasión para incentivar la investigación.

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