ANDRADE u00c2u0096 HOENEISEN, UNA FAMILIA DE PELÍCULATres miembros de esta familia han incursionado juntos en el cine desde el 2005.Por Fernando Criollo. RedactorUn portón negro y un muro apenas dejan distinguir la reconstruida arquitectura de la casa de dos plantas y una azotea que se transformó en el hogar de Anahí Hoeneisen, Daniel Andrade y sus tres hijos desde hace unos cinco años.En el interior, el ladrillo visto, las plantas ornamentales y la madera de muebles y acabados le da un aire campestre y acogedor a los distintos espacios que se dejan iluminar naturalmente por la luz que penetra por ventanas y claraboyas.Afuera, una ciudad ruidosa y moderna se expande y se levanta sobre las formas, arquitecturas y costumbres de otra época. Negocios de grandes vitrinas y edificios de flamantes y asépticos departamentos rodean a una de las pocas casas unifamiliares que quedan en la zona.Ese contraste de épocas es precisamente lo que Hoeneisen y Andrade como directores quisieron plasmar en su nuevo proyecto audiovisual.'Ochentaisiete' es una película que se desarrolla en dos épocas separadas una de la otra por 15 años. Tiempo en el que la vida de Pablo, Andrés, Juan y Carolina cambia completamente desde que eran unos adolescentes que soñaban con el futuro hasta convertirse en adultos aparentemente con una vida resuelta.En casa de los Andrade, el cine es parte de una cotidianidad con la que han sabido convivir de distintos modos. Es así como al aguzar la mirada empiezan a revelarse los referentes cinematográficos que se integran al entorno familiar. Un afiche, un DVD, una foto, un libro, una postal hablan de los gustos personales y de cuando por momentos la casa también se ha convertido en una oficina donde se trabajan guiones, fotos secuencias y material de distintos proyectos, según recuerda Andrade.'Ochentaisiete' no ha sido el primero ni el único proyecto cinematográfico en el que ha incursionado esta pareja de esposos. En el 2005 Andrade y Hoeneisen escribieron y codirigieron su primer largometraje de ficción 'Esas no son penas'. Una película que también se convirtió en el debut cinematográfico para su hijo Nicolás Andrade. Un primer papel secundario que fue suficiente para incentivar al mayor de tres hermanos a volver al set de grabación de otras producciones.Padres e hijo coincidieron de nuevo en la producción de 'La llamada' (2012), una película de David Nieto. Anahí y Nicolás como parte del elenco y Daniel en la dirección de fotografía.Para Andrade el oficio del cine es una actividad que por momentos exige sacrificar el tiempo con la familia. Por eso, dice Hoeneisen, el hecho de que los hijos se involucren en los proyectos de los padres y viceversa es una manera de reducir las distancias y las ausencias impuestas por el trabajo.Es así como dentro y fuera del set los miembros de la familia mantienen una relación de cómplice camaradería.Mientras Anahí y Daniel comparten el gusto por el cine de los hermanos Dardenne y de John Cassavetes, Nicolás prefiere el cine de terror. Y aunque los gustos difieran entre ellos, el cine seguirá siendo un momento de encuentro.