LES INVITAMOS A COTORREARTodo cambia, todo cambia...Si consideramos al amor como algo vivo no habrá más remedio que aceptar su lógica de cambio a lo largo del tiempo. ¿Se amaba más o menos en el pasado? ¿Se demostraba de diferente manera el universal sentimiento? ¿Ha muerto el romanticismo? Son preguntas que muchos se habrán hecho y que, posiblemente, arrojan diversas respuestas pues el amor, como otros sentimientos, se define según el cristal con que se mira. El otro día, mientras toreaba el insoportable tráfico quiteño y escuchaba música a través de la radio intentando llenar de manera productiva ese tiempo muerto, me puse a pensar en cómo cambia con el tiempo hasta la forma de expresar el amor. Quisiera abrir lentamente mis venas, mi sangre toda vertirla a tus pies, para poderte demostrar que más no puedo amar y así, morir después..., clásico bolero que Javier Solís lo universalizó y que desató pasiones, aunque espero que nadie haya muerto desangrado pero ¿ven a alguien ahora cortándose las venas para demostrar su amor? Lo dudo, a duras penas por allí aparecerá un mensaje de texto que diga: mi gorda, te quiero full..., como muestra máxima de la inspiración.