Desestrésate y mejora tu vida

2010-03-18 00:00:00

DESESTRÉSATE Y MEJORA TU VIDASantiago Rojas y sus mágicas recetas.El exitoso autor de libros sobre cuidados paliativos oncológicos para pacientes terminales, la geometría sagrada, el liderazgo, el duelo, la depresión y otros temas de gran actualidad, visitó Quito hace algunos días y tuvimos la oportunidad de conversar con él sobre estos interesantes tópicos. Esta es una época donde la gente vive cansada, quiere hacer de todo y lo hace, pero siempre está agotada, vive al límite de su capacidad y eso se relaciona con la toxicidad, el estrés y la tristeza y también con la incapacidad de gozar de la vida. Ahora que tenemos más oportunidades, más tecnología, más capacidad de logro, no lo disfrutamos y esto nos lleva al agotamiento, señaló Santiago. Y a renglón seguido comenta que él considera que hay tres males que conllevan a ese cansancio y que a eso justamente se refieren sus libros u00c2Desintoxícate' y u00c2Desestrésate', del Grupo Editorial Norma. Durante su visita el público quiteño tuvo la oportunidad de escuchar su conferencia, sobre estos temas, en un auditorio repleto en el que Santiago contestó a múltiples inquietudes relacionadas con el plan de desintoxicación del estrés cotidiano, las tensiones emocionales, las preocupaciones de salud, la angustia y otros. Es evidente que el estrés es un gran malentendido, le hemos culpado de todos los infortunios y, si bien es cierto que incide en todos los procesos, también influye favorablemente cuando lo logramos entender. El gran objetivo de mi libro es lograr que las personas comprendan que el estrés tiene una faceta favorable que es el eustrés, un término que no lo inventé yo. La persona que acuñó el término, validando el proceso general de adaptación de las especies biológicas, entre ellas el hombre, los animales y los vegetales, lo definió en dos facetas: la favorable llamada eustrés y la desfavorable denominada distrés. El distrés nos agota y el eustrés nos adapta e integra a la vida y nos brinda algo muy interesante: los beneficios del aprendizaje. Por tanto, hay que eustresarse, es decir adaptarse a lo que hacemos en la vida y no considerar el lado negativo que es el estresarse. Cuando estoy eustresado duermo a la hora debida, como cuando debo hacerlo, río cuando me toca. Cuando intento hacer en mi mente algo diferente a lo que mi cuerpo me pide no logro adaptarme y me tensiono. La adaptación es algo que se da naturalmente en todas las especies biológicas, en verdad lo hace cualquier persona cuando se sienta y se adapta a la silla, pero la integración, que es el éxito más positivo del eustrés, se da cuando lo hacemos de forma evolutiva, consciente y decidimos de forma integrada con lo que pensamos y sentimos. Nos adaptamos al trabajo cuando vamos diariamente al mismo, pero nos integramos cuando estamos allí aunque el jefe no sea la persona a quien más queremos, a pesar de que el sueldo no sea el ideal, pero nos comprometernos con esto y a hacerlo de la mejor manera, es en ese momento cuando practicamos el eustrés, dice.Añade que esto no significa que haya resignación sino que nace el agradecimiento como una primera opción frente a las oportunidades que tenemos en la vida y que desde allí podemos transformar cualquier situación, siempre y cuando no nos ubiquemos en esos dos extremos que son la soberbia o la minusvalía. Esa soberbia de decir que a mí nadie me ha dado nada, que todo lo he hecho solo y esa minusvalía que nos convierte en víctimas indefensas del mal de la humanidad que nos ataca, la gente que no nos quiere, el jefe que nos maltrata; siempre que nos coloquemos en esos dos extremos terminaremos tensionados. Si nos ubicamos en el centro y nos sentimos agradecidos pensaremos que hemos tenido dificultades en la vida pero que las vamos a capitalizar para crecer. Si se estudia la vida de los grandes personajes nos damos cuenta de que todos tuvieron caos, crisis, angustias y posiblemente mayores dolores que los nuestros pero supieron capitalizar sus dificultades. Esa es la gran diferencia entre un ser humano que tiene coraje y uno que tiene miedo. Quien tiene coraje ve sus temores, los pone a un lado y dice voy a tener cautela y capacidad; por el contrario, el cobarde ve los miedos más grandes de lo que son y termina hundiéndose.Santiago dice que no hay razón para desesperarse porque eso jamás dará resultado y que lo ideal es adaptarse pues esto nos lleva al equilibrio, a integrarnos y a tomar consciencia de lo que se tiene para vivir de una forma más adecuada. Así funciona la vida, cuando nos adaptamos tenemos beneficios y cuando nos integramos estamos en equilibrio absoluto, de una manera tal que si yo me siento hoy ecuatoriano me integro a la comida. Cuando uno va a otro país la comida le cae mal porque no se adapta ni al estilo de vida ni a la forma de hablar, pero cuando uno logra adaptarse empieza a soportar esos cambios y, cuando finalmente se integra, los disfruta y los vive como propios.En conclusión no integrarse causa el distrés porque se está peleando con una realidad de la que no podemos salir y esto es aplicable a todo en la vida, incluyendo las vínculos con los demás. Según Santiago, las relaciones son lo que da sentido a la existencia y, por eso, es necesario cumplir con cosas fundamentales como generar compromisos y mantenerlos porque esto nos brinda fortaleza.Cuando uno está comprometido con el amor en los primeros dos, tres meses del enamoramiento en que este sentimiento nos desborda, llamamos, buscamos, hacemos todo lo que esté a nuestro alcance para estar junto al ser amado, es un compromiso que se desborda, que da fuerza y eso es lo primordial. En segundo lugar está la inofensividad, es decir que todo lo que yo haga, diga y piense busque construir y no destruir. Sin embargo, la gente confunde inofensividad con indiferencia. La indiferencia es la ausencia, no hacer nada, es frialdad y distancia, incapacidad de actuar. La inofensividad es activa, es presente, es constante. Y lo tercero es expresar emociones. Las personas no las dan a conocer, las guardan las callan, las inhiben y eso se vuelve caótico, en los dos vínculos, en lo bueno y en lo malo. En el sentido negativo la gente acumula la rabia y en el positivo muchas veces también se guarda esos buenos sentimientos porque los damos por descontado. Si estamos alegres, debemos decirlo y también si estamos agradecidos, dice. En cuanto a las diferencias existentes, entre las diversas culturas y sus formas de manifestar sus sentimientos, Santiago considera que para lograr el eustrés hay que adaptarse a quienes piensan, hablan, comen distinto y que procesan esos vínculos diferentes. Uno se adapta fácilmente cuando se compromete, si me adapto con la empresa, me tomará lo mismo hacer lo que hago en Quito o en una ciudad en Colombia; si estoy comprometido con un proyecto, no lo veo como algo ajeno ni como un castigo o un premio, una desgracia o un triunfo porque entonces sí me daría mucho más trabajo adaptarme. Cuando me comprometo lo veo como una oportunidad y si lo veo así voy a gozar más de lo que hago y a poner más énfasis e importancia en la tarea. Por eso es esencial cuando se tiene contacto con otras culturas tener pactado ese compromiso de buscar un entendimiento, pues si no tengo interés en ello voy a tener siempre un caos. Si hay interés buscaré las formas. Algo similar sucede con la relación de pareja, al comienzo se busca salir de los conflictos pero con el tiempo perdemos la motivación.

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