La gallina del vecino es más gorda

2010-03-18 00:00:00

LA GALLINA DEL VECINO ES MÁS GORDA¿Por qué nos parecen mejores los bienes del vecino? Conozca algunas pautas sobre la envidia.Una niña está jugando con su muñeca. A su lado está otra niña, que también tiene la suya. La primera pequeña pierde el interés en su juguete y quiere apropiarse del otro. El placer del niño acaba cuando descubre el placer de su compañero. Esta historia refleja un poco lo que significa la envidia. Patricia Amelia Tomei, en su libro u00c2Envidia en las organizaciones', dice que la envidia se asocia con la escasez. El hecho de que las cosas o cualidades siempre estén en el dominio o propiedad del otro, o de no hallarse disponibles o de que no sea fácil de adquirirlas establece las bases de la escasez.La envidia surge de ese deseo incontrolable de comparación. Francesco Alberoni en su libro sobre la envidia precisa que desear y juzgar son dos pilares de nuestro ser, pero también la fuente de la envidia. A fin de saber cuánto valemos nos confrontamos con el otro. Empezamos cotejándonos con nuestro hermano y es nuestra madre quien nos compara. En el transcurso de nuestra vida continuamos haciéndolo con quienes nos han superado o con quienes hemos dejado atrás. Según Freud, el envidioso es el sujeto que no logra admitir que su condición, como la de todos, es incompleta.u00c2u00a0 Pero ¿a quién envidiamos? Aristóteles da algunas pistas en su libro u00c2Retórica', cuando dice que son objeto de envidia las personas que están cerca, en el tiempo, en el espacio, en la edad, en la reputación (y en el nacimiento). Hay varias formas de reaccionar frente a la envidia, según Tomei. Está la desvalorización. Es cuando al individuo lo mueve el deseo de venganza y tiene la necesidad de probar que es tan bueno o mejor que el otro. Su arma es la crítica negativa. Otras personas reaccionan con negación, porque no pueden aceptar conscientemente el sentimiento de envidia y recurren a la adulación para disfrazar sus intenciones.u00c2u00a0 Por otro lado está la proyección. El individuo asume un papel en el que dice no ser envidioso y hace pensar que el resto son los envidiosos. La misma autora precisa que hay otras personas que responden con idealización frente a la envidia. De esta forma, intentan poner al sujeto envidiado fuera de su alcance. Es decir, lo idealizan. Hay quienes emprenden la retirada. Eso pasa cuando la persona es incapaz de tolerar su propio sentimiento de envidia. No intenta competir y se desvaloriza a sí mismo. La autora denomina a esto el síndrome del miedo al éxito. Existen formas para enfrentar la envidia. Para esto tiene que responder las siguientes preguntas: ¿Se compara con el resto? ¿Ha menospreciado sus habilidades? ¿Se siente irritado con el éxito de los demás? ¿Se ha sentido tentado a hablar mal de alguien?u00c2u00a0 Cuando alguien cae en la envidia es incapaz de valorar las cosas buenas que le llegan. Entonces, la idea es entender que la envidia es un sentimiento que produce más daño a quien lo siente.AutoconmiseraciónLa envidia no solo se refleja en comportamientos negativos y violentos. La lamentación y el llanto también pueden identificar a un envidioso que no se siente inconforme. El crítico Los envidiosos no se comprometen, dice Alberoni. Tratan de desvalorizar el trabajo de los otros. Las víctimas preferidas de estas personas son los entusiastas. Las malas noticiasAlberoni explica que algunos envidiosos reflejan su agresividad dando malas noticias. Siente placer al ver la ansiedad del otro. Pero en realidad esa persona es un pesimista. Sin escapatoriaNadie está libre de sentir envidia alguna vez. De hecho es una condición humana. Incluso hay personalidades definidas como envidiosas. La idea es reconocer el sentimiento para superarlo.u00c2u00a0

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