El poder del perdón

2010-03-18 00:00:00

EL PODER DEL PERDÓNEl resentimiento es un obstáculo para avanzar en la vida. El perdón no significa que el otro no se haga cargo de las consecuencias ni que la relación quede como antes.La Madre Teresa de Calcuta decía: El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió.El hombre y la mujer se enfrentan a muchos obstáculos en su vida. El resentimiento es uno de ellos. Es importante que se deshagan de él para que en su lugar puedan entrar nuevas cosas. La psicoterapeuta Verónica Arteaga de Bajaña dice que todo ser humano tiene la responsabilidad de conocerse a sí mismo, de saber qué le sobra y qué le falta. Y perdonarse con todo eso. Para ello es necesario que conozca que la persona más importante en su vida es ella misma y que si no está, falta todo, no está completa. La primera persona con la que vivimos resentidos somos nosotros mismos. La profesional ha detectado que una de las culpas más comunes a las que se enfrenta la gente es considerar que no ha hecho nada productivo con su vida. El paso inicial para librarse del resentimiento es amarse y perdonarse por aquello que siente culpa o vergu00c3u00bcenza. A veces las personas viven reprochándose culpas del pasado, por actos que consideran que no van con sus valores. En ese caso es necesario perdonarse y tomar la autoridad de su vida y las decisiones necesarias. Arteaga comenta que si no se solucionan las culpas o resentimientos propios es imposible avanzar. Para estar en un mundo de relaciones es necesario amarse. El perdón es un proceso de comprensión y aprendizaje. Solo allí se podrá entender al otro sin anular lo propio. Pero, esto es una decisión y una responsabilidad personal. Sin embargo, explica que este tipo de amor nada tiene que ver con la complacencia, ya sea para sí mismo o para otras personas. Si no hay límites puede deformarse la relación. Por eso la profesional opina que se debe entender que perdonar no es negar los sentimientos. El primer paso para perdonar es aceptar lo que sucede y cómo nos afecta eso.Además, perdonar no significa librar al otro de responsabilidades. Para ilustrar esto pone como ejemplo lo que ocurre en un accidente de tránsito: si a usted le chocan, puede perdonar al causante de esto, pero no por ello, esa persona no va a pagar los daños que corresponden a su acción, como por ejemplo las reparaciones. Hay que entender que el perdón ayuda, pero que no deja las relaciones como antes, según la experta. Si no hay cambios después de una ofensa, se corre el riesgo de cometer los mismos errores. Perdonar no significa pensar que no ha pasado nada. En algunas relaciones conviene renovar el vínculo pero con nuevas reglas del juego. La idea es entender que perdonar no significa renunciar a los derechos.u00c2u00a0 La profesional comenta que el perdón requiere de todo un proceso que se asemeja a una escalera, en la cual hay que ir paso por paso y que al final está la paz interior. Para avanzar en este camino, lo principal es que la persona entienda cómo se pone su cuerpo cuando se siente ofendido, por ejemplo se irrita, le arde el estómago, le duele la espalda, etc. Después es necesario revisar con tranquilidad la situación para determinar si realmente es importante aquello que nos molesta. Muchas veces no hay ofensa y solo se trata de una percepción. Se puede dar el siguiente caso: una persona se enoja porque dice que alguien entró a la oficina y no lo saludó. Eso se produce por una sobreconsideración sobre su persona que puede traer problemas y se generan ofensas que no existen realmente. Y a la final, no es bueno ser esclavo de toda ofensa. Esto se produce, según Arteaga, porque cada uno mira los hechos de una manera particular. Cada ofensa es vista por cada persona de una manera diferente. Aquello que es visto como un halago para algunos puede generar resentimiento en otros. Sin embargo, hay ofensas que no dejan lugar a dudas. Es importante no solo perdonar las ofensas sino también evitar ofender al otro. ¿Cómo se logra eso? La psicoterapeuta cree que a través de un reconocimiento de uno mismo, en el que se entienda quién es, dónde está y qué está haciendo. No obstante es necesario conocer que no existe infalibilidad, que los errores pueden ocurrir.

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