‘Cuando patino, me siento poderosa’

A sus 7 años Zoé tiene claro que quiere dedicarse al patinaje de velocidad de forma profesional. Un deporte que le apasiona y le hace libre.
Zoé García usa un traje de lucra negra con verde, casco y protecciones de codos y rodillas. Foto: Cortesía

Zoé García usa un traje de lucra negra con verde, casco y protecciones de codos y rodillas. Foto: Cortesía

1 de junio de 2022 08:00
Gabriela Balarezo

Dice Zoé García, de 8 años, que cuando está sobre sus patines se siente poderosa. Se mueve rauda por la pista vestida con su lycra negra y verde. Se agacha un poco para ganar velocidad y mueve sus brazos en sincronía.

Antes de entrar en el mundo del patinaje de velocidad, que es el que practica, Zoé probó el ballet. Durante las primeras semanas parecía que le gustaba, pero pronto se desanimó.

Lo que pasa es ella que es una niña llena de energía y que necesita moverse mucho, en palabras de su mamá, Tatiana Loor. Por eso, y por sugerencia de una amiga de la familia, se animó a probar algo con más dosis de adrenalina.

“La llevamos al patinaje y le gustó desde el principio”, señala Tatiana. Aunque este ámbito no era nuevo para ella. Zoé cuenta que patina desde antes de los 4 años, cuando su abuela le regaló sus primeros patines, “eran grises y morados”. Ahora cuatro años y medio después ya usa patines profesionales y toda la indumentaria correspondiente a esta categoría.

Menciona la mamá que dieron el salto hacia el patín profesional porque notaron que de verdad le gustaba mucho a Zoé. Además, de que se desempeñaba muy bien. El punto de inflexión fue una competencia en Ibarra en la que participó usando patín recreativo y quedó en segundo puesto.

Es una modalidad mucho más exigente, pero que le ha permitido a la pequeña mejorar su estilo y sus habilidades. La niña de 7 años se ha adaptado sin problemas a esta nueva exigencia del deporte. Entrena en las instalaciones de la Concentración Deportiva de Pichincha (en las pistas del Estadio Olímpico Atahualpa) cuatro días a la semana. Cada práctica dura dos horas y próximamente tendrá un día más de trabajo en gimnasio.

“Me gusta mucho patinar”, insiste Zoé. A pesar de todas las dificultades que trae el practicar un deporte como el suyo. No son solo las caídas o accidentes, también las ampollas que le salían cuando usaba los patines recreativos y lo extenuantes que pueden llegar a ser las jornadas de competencia.

Confiesa Tatiana que en ciertas ocasiones cuando todos en casa estaban cansados le han dicho a Zoé que puede faltar a alguna de sus prácticas; sin embargo, la niña no abandona el entrenamiento nunca.

“No mami, yo quiero ir”, le respondía siempre ella. El patinaje es su pasión y lo sabe ya a sus 7 años. “Cuando sale de patinar o está en la pista se le nota. Es feliz sobre sus patines”, expresa la madre. F

Te puede interesar

Comments