Ludwig van Beethoven fue un genio. Su destreza en la composición musical lo ha colocado como el máximo referente de la música clásica. Pero su vida fue muy compleja. Tuvo seis hermanos y solo dos vivieron; cuando tenía 17 años, su madre enfermó y falleció, su padre cayó en depresión y alcoholismo y terminó preso.

El dolor causado por estos sucesos se volcaron hacia su producción artística. A los 30 años estrenó su Primera sinfonía, que marcó el inicio de su exitosa carrera musical.
No obstante, su creciente sordera lo atormentaba. Vivía entre un mundo de luz y oscuridad, según explicó Juan Pablo Acosta, director del musical y actor principal de ‘Beethoven Ira Mansa’, que se estrenó el 11 de marzo y estará en el Teatro Victoria (https://m.facebook.com/TeatroVictoriaEIFA) de Quito, hasta el 28.

La obra empezó a planificarse en el 2019 y debía ser presentada en diciembre del 2020, cuando se cumplieran los 250 años del natalicio de este genio; sin embargo, la pandemia hizo que todo se retrasara.

En la producción estarán 10 actores en escenas, para contar los últimos años de la vida de Beethoven, cuando la melancolía y la soledad lo gobernaban. Además, se crearon canciones inéditas basadas en las creaciones del compositor para acompañar las escenas.

El vestuario y la escenografía son parte fundamental de la obra. La diseñadora Natalia Robelly explica que el uso de colores oscuros sirvió para caracterizar al personaje. La escenografía se recreó en función de los registros históricos de la Alemania en el siglo XIX, dijo la productora María del Carmen Calderón