La interpretación artística está en el ADN de los Pacheco Gomezjurado. José Enrique Pacheco, el padre de la familia, se inició en la actuación a los 6 años, mientras que su esposa, Catalina Gomezjurado, lo hizo a los 15. Ambos se conocieron en un taller de actuación. “Me atrapó y ya no pudimos separarnos”, admite José Enrique.

Cuando nació Mateo, el primogénito de los tres hijos de este matrimonio, acompañaba a su padre a diversos ‘castings’ y ensayos. A los 3 años fue parte de su primer largometraje en el filme ‘Sé que vienen a matarme’, de Carl West. Cuatro años más tarde, personificó a Jorgito en la película ‘A tus espaldas’, de Tito Jara.

Emilio, el segundo hijo, a los 5 años fue parte del elenco de ‘Lucho Libre’. La producción de Ecuavisa fue rodada durante dos meses en Guayaquil. Él viajaba todos los jueves junto a su madre. Madrugaban al primer vuelo y retornaban a Quito al anochecer.

Como anécdota de aquel rodaje, Emilio se durmió en una jornada en la cual debía actuar con Darío León y Andrea Ordóñez. “Esos dos planos demoraron más de dos horas en producirse y mi hijo no se despertó hasta que la asistente de dirección gritó: ¡corte, queda!”, recuerda su padre entre risas.

Martina, la última hija, a decir de su madre, actuó desde que estaba en su vientre. A Catalina le tocó realizar una obra de teatro y una película en pleno estado de gestación. Hizo un comercial a los 4 meses de nacida. Cuando creció, fue imagen de importantes marcas comerciales y actuó en la serie ‘Tuercas e hijos’, con Eduardo ‘Mosquito’ Mosquera, producida por Roberto Aguirre.

Catalina se enorgullece al mencionar que sus hijos fueron parte de varias producciones de cine, televisión, teatro, radio, Web y estén presentes en varias publicidades. También han estado en algunas producciones de EnchufeTV, donde su imagen es expuesta al mundo por la Internet.

El legado artístico de esta familia también se trasladó a la música. Emilio toca la guitarra y Martina está aprendiendo piano. “Esa es la edad precisa cuando el ser humano empieza a apropiarse más del arte”, explica José Enrique, quien resalta que ha apoyado a sus hijos para que exploren su talento desde varias facetas.

Una de las estrategias que el padre utilizó fue la pedagogía heredada de su abuela Judith Villota y de su papá, Carlos Pacheco, educadores de profesión. “Le tengo un excesivo respeto a la pedagogía y soy autodidacta. Cuando se actúa, siempre debes pensar que enfrentas a un público bien informado”, reconoce.

En diciembre, toda la familia será parte de una obra de teatro, ‘Los fantasmas de Scrooge’, basada en el clásico navideño de Charles Dickens y que se presentará en Casa Toledo de Quito, con un elenco mixto, entre actores con experiencia y principiantes que recibieron el taller de José Enrique.

Entre los proyectos que preparan para el próximo año, los cinco formarán parte de una serie de ficción, comedia y drama, que será transmitida en Facebook, YouTube e Instagram.“Hemos logrado conformar un equipo de combate en la familia, en donde todos cumplen un rol y lo hacen bien”, finaliza José Enrique.