Reina de Quito apuesta por la inclusión

María Esther Hernández llevará a cabo un proyecto de apoyo a mujeres víctimas de violencia de género que les permita superar sus problemas de salud mental.
María Esther tiene 24 años y cree que el ser Reina de Quito no se trata solo de la presencia sino de tener mucho corazón. Foto: Julio Estrella/FAMILIA

María Esther tiene 24 años y cree que el ser Reina de Quito no se trata solo de la presencia sino de tener mucho corazón. Foto: Julio Estrella/FAMILIA

27 de febrero de 2023 16:38
Gabriela Balarezo

María Esther Hernández estuvo a punto de no postularse este año como candidata a reina de Quito y posponerlo para la siguiente edición. Pero dos circunstancias personales le motivaron a dar un paso adelante y cumplir algo que anhelaba desde pequeña.

“La vida pasa muy rápido. Seguramente es un cliché que todos hemos escuchado, pero es así”, señala.

Cuando a su tía, que ya había sido paciente oncológica, le dijeron este año que el cáncer había vuelto, María Esther se animó a participar. Uno de sus sueños era que ella pudiera verla concursar. Y así fue: su tía viajó desde Guayaquil y estuvo entre los asistentes al certamen. Vio a su sobrina ganar y recibir la ansiada corona.

Otra gran motivación fue su mejor amiga Ale, quien falleció a inicios de 2020, tras padecer leucemia. “Ella siempre quiso que me postulara como Reina de Quito”, dice la actual ganadora del certamen. Esa lucha de ambas y la forma en la que le hicieron frente a la enfermedad fueron el detonante. “Me di cuenta de lo que uno es capaz de hacer en la vida, ellas me dieron esas agallas y fuerzas para tomar la decisión”, asegura María Esther.

Después cuando supo que para ser candidata debía presentar un proyecto en torno a la inclusión de personas con discapacidad supo que había elegido el camino correcto. Se interesó por las discapacidades de tipo psicosocial que están estrechamente relacionadas con la salud mental. Es un tema del que, a su parecer, se conoce (sobre todo a raíz de la pandemia) pero no a profundidad.

Cuenta María Esther que desde muy pequeña se ha considerado muy fuerte y capaz. En el colegio fue abanderada y en la universidad (en donde estudió administración de empresas y marketing) estuvo becada. Siempre se mantuvo firme frente a cualquier dificultad que se le presentara.

Pero entre 2020 y 2021 sufrió “golpes personales y familiares” que le quebraron. “Llegas a un punto en tu vida en que tu cuerpo y tu mente ya no dan más. Necesitas ayuda de profesionales y necesitar ayuda no está mal. Eso te hace fuerte y valiente”, confiesa.

Por eso, como parte de su candidatura, creó el proyecto Sanamente enfocado en mujeres víctimas de violencia de género que presenten sintomatología mixta de ansiedad y depresión. La iniciativa busca apoyar a un total de 50 mujeres a través de terapias grupales psicológicas y multidisciplinarias, como de talleres. La idea es apoyarles para que rompan esa dependencia económica y emocional. 

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