Colores fuertes, trazos firmes y un concepto claro, esas son las características que definen a los diseñadores ecuatorianos Fausto Altamirano y Carlos Molina.
También los une el ser dos nombres cotizados en el círculo de la moda internacional y que sus creaciones han vestido a personalidades de la farándula estadounidense.
Altamirano y Molina hicieron una escala en Guayaquil para presentar su obra. En el caso de Altamirano, fueron trajes de baño, cóctel y de gala. Los estampados grandes, la pedrería y hasta la pintura a mano marcaron los trajes de las modelos.
Molina presentó sus zapatos de puntas bien definidas, un sello personal, y de tacones tan altos como cómodos. Este manabita tiene hoy su propia línea, pero comenzó desde abajo, en las bodegas de una cadena de venta de zapatos.
Poco a poco fue creando y, en base a persistencia, llegó a exponer sus creaciones. En su carrera, diseñó para marcas como Vera Wong o Chinese Laundry, entre otras.
Altamirano, el artista
El caso de Altamirano es similar. Salió de Ecuador con pinceles, lienzos y pinturas. En el camino, siguió los pasos de su madre, que diseñó para Versace, e incursionó en el mundo de la moda.
Los rasgos fuertes de sus cuadros se trasladaron a sus diseños y se mezclaron con estampados grandes, pedrería y encajes. En la pandemia, por el confinamiento y por la costumbre de la gente de pasar en sus casas con piscina, comenzó a diseñar trajes de baño.
Altamirano es un convencido de que los sueños se cumplen, solamente se necesita perseverancia.
Te puede interesar